El secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, afirmó esta mañana en el cementerio de Darwin sentir “mucha emoción”.
“Por fin afloró la vida y celebramos la vida”, apuntó el funcionario y consideró que, con la identificación de los soldados enterrados allí, el Estado está dando “un paso gigantesco para saldar una deuda con los familiares”.
“Es insondable el impacto emocional que este trabajo tiene en los familiares, porque significa cerrar dolorosas historias inconclusas, recuperar a los seres queridos desde un lugar simbólico único, que sólo lo puede dar la certeza de lo ocurrido cuando llega la muerte”, agregó el secretario de Derechos Humanos.
Después de 26 años, 214 familiares de los 90 soldados argentinos caídos en la guerra e identificados el año pasado, viajaron esta madrugada a las islas Malvinas, junto a Avruj o otros funcionarios, para un homenaje.
Las tumbas ya no llevan la leyenda “Soldado argentino sólo conocido por Dios”. Desde hace pocas semanas, cada una las lápidas lleva el nombre de los soldados, identificados por el Comité Internacional de la Cruz Roja y el Equipo Argentino de Antropología forense.
“Nuestra gestión sintió la obligación moral de retomar el camino abandonado y reencauzarlo, superar los obstáculos que la mezquindad y especulación política se encargó de instalar, pensando en el bien común y fundamentalmente en las familias. Profundizamos el diálogo, la escucha y la contención. Desarrollamos la idea de `humanizar la política´, para lograr el éxito. Así fue. Fueron largas jornadas de trabajo en estos dos años, amalgamando voluntades desde el gobierno en diferentes áreas, los familiares de los héroes, los organismos internacionales y la opinión pública”, apuntó Avruj en una nota de opinión publicada por la agencia de noticias Télam.