El maestro mudo

El dibujante Hermenegildo Sábat, fue distinguido con el premio Konex de Brillante a la Comunicación y el Periodismo

El dibujante Hermenegildo Sábat, distinguido con el premio Konex de Brillante, se manifestó hoy “agradecido” con el galardón y, al hacer un repaso de su obra, donde retrató la realidad nacional, a presidentes y políticos durante décadas, aseguró: “Nunca tuve la intención de agredir a la gente y, si alguna vez lo hice, discretamente pido perdón”.

“Me llama la atención que esta distinción vaya a una persona que se desempeña mayormente sin palabras. No sé qué significa eso o si significa algo”, deslizó, en una renovada muestra de la humildad que referentes de la cultura reconocen en este artista de 84 años, nacido en Uruguay y nacionalizado argentino.

El caricaturista, quien desde 1973 se desempeña en el diario Clarín, bromeó con que por estas horas se siente “medio alterado” luego del galardón que recibió, en el marco de los “Premios Konex 2017 Comunicación-Periodismo” en reconocimiento a la actividad y trayectoria de representantes argentinos en ese rubro.

“Estoy medio alterado, bien, agradecido”, resaltó el artista, en declaraciones a radio Mitre, en las que recordó los dibujos que realizó durante la dictadura militar y los gobiernos de Carlos Menem y Cristina Fernández, en medio de su dilatada obra.

 

 

El humorista, conocido como “Menchi” y deudor del nombre Hermenegildo por su abuelo, un destacado artista nacido en Palma de Mallorca (“yo empecé mirando las cosas que él hacía”, contó) evocó el enojo que en 2008 desató en Cristina Kirchner, cuando la entonces presidenta lo acusó de haberle enviado un “mensaje cuasimafioso”.

Ante un dibujo de Sábat, que mostró a la ex mandataria con dos cintas cruzando su boca, Cristina Fernández reaccionó en un discurso en la Plaza de Mayo: “¿Qué me quieren decir? ¿Qué es lo que no puedo hablar? ¿Qué es lo que no puedo contarle al pueblo argentino?”.
Al preguntársele cómo vivió que un político de la envergadura de un primer mandatario lo involucrara en un accionar mafioso, Sábat corrigió con picardía: “Cuasimafioso. Esa palabra ‘cuasi’ me quedó”, lo que provocó la risa de sus entrevistadores. Más serio, resaltó: “Yo la verdad que nunca he tenido la intención de agredir a la gente y, si alguna vez lo hice, discretamente pido perdón”.

El dibujante destacó la actitud de Menem al comparar la postura del ex mandatario con la reacción que la actual candidata a senadora por Unidad Ciudadana tuvo en aquella oportunidad: “Durante ocho años lo hice al ex presidente Menem agarrado de la sillita de Rivadavia, nunca dijo nada. No sé si las vio (las imágenes) o no las vio, presumo que las vio. Es una muestra de amplitud, no es un elogio que yo le dedico a Menem, pero creo que él tenía otras cosas en qué pensar”, reflexionó.

Sábat rememoró el contexto en que retrató de esa manera a la ex presidenta: “En esos momentos ella hablaba dos o tres veces por día por cadena nacional, eso motivó mi trabajo”, detalló y comentó que si bien hubo “una persona” que lo visitó por esos días para decirle que “sería importante que yo tomara un café con ella”, ese encuentro nunca se llegó a concretar.

Al recordar sus orígenes, el multipremiado humorista mencionó a su mamá: “Mi madre era porteña, de La Boca. He conocido la ciudad (de Buenos Aires) a partir de nuestras visitas anuales a ver a los abuelos. La Boca, en aquella época, era una comunidad, ahora es una ciudad destruida casi”, se lamentó.

Luego, contó la historia del león que aparece en muchos de sus dibujos.
“El león era un sellito, ahora está medio viejito, que compré una vez en una casa en Nueva York. Lo vi en una vidriera, lo traje, lo puse una vez en un dibujo y pasó. Evidentemente al no existir palabras, a ese aparatito le dieron todo tipo de significados”, analizó.

Divertido, evocó una anécdota que le ocurrió hace unos años: “Una vez un tipo me llamó por teléfono, debía estar hablando desde un café porque había mucho ruido de fondo, y me dijo: ‘¿qué quiere decir el león?’ Yo le dije: ‘no quiere decir nada’. ‘Andate a la bla…bla…’ No sé si había hecho una apuesta o qué, pero quedó muy frustrado con mi contestación”, rememoró.

“¿Y las bananas o los tomates que pone en sus dibujos?”, se le preguntó, a lo que Sábat contestó: “Son elementos que, creo, pongo para distraerme”. En cuanto a la época de la dictadura, precisó que si bien no había una prohibición, sí “había una advertencia de que no se podía dibujar al presidente (Rafael Videla)”.

Finalmente, Sábat enfatizó que lo más grave que vivió en aquellos tiempos fue un audio que recibió en su lugar de trabajo: “Fue una advertencia que vino por una cinta grabada que decía que si yo insistía con los dibujitos me iban a meter en un avión y me iban a tirar en medio del río”, recordó.

 

(DyN)