El relato del operativo en que murió Rafael Nahuel

El concejal Ramón Chiocconi indicó que la realización de los peritajes en el bosque donde murió Rafael Nahuel formó parte del acuerdo firmado con los mapuches que todavía están en la montaña.

La secuencia que se inició el sábado a la tarde en el Parque Nacional Nahuel Huapi, con la muerte de Rafael Nahuel, está a la espera de las pericias que determinen qué ocurrió en el territorio donde se generó el conflicto.

El médico y concejal del Frente para la Victoria Ramón Chiocconi, que formó parte del grupo que entró en contacto con los miembros del Lof Lafken Winkul Mapu que se replegaron en la montaña, aseguró que quedaron en el bosque dos heridos con lesiones de bala y que la comunidad permanecerá allí.

La comitiva encargada de ir a buscar a los integrantes de Lafken Winkul Mapu refugiados en la montaña se conformó el sábado a la noche, tras una conversación con el juez federal Gustavo Villanueva, que se había acercado al predio Nahuel Huapi tras la primeras versiones de una muerte. Se acordó que fueran dos abogados de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos (APDH), representantes de la comunidad, un médico, un psicólogo y el obispo Juan Chaparro. “El juez y la fiscal no ingresaron al territorio, se quedaron en un hotel a 200 metros”, relató Chiocconi, en diálogo con Diario Vivo.

A eso de las 16 del domingo, ya confirmada la muerte de Rafael Nahuel por el hospital, la comitiva se adentró en el bosque de la reserva para iniciar un diálogo con los miembros de la comunidad que estuvieron con el joven de 22 años.

Después de recorrer unos 150 metros cuesta arriba, se encontraron con unos 20 o 25 integrantes del Lof, dos de ellos heridos de bala, según comprobó Chiocconi.

“Todo empezó el jueves, cuando durante el primer desalojo, detuvieron a mujeres y chicos, que estuvieron unas doce horas en una comisaría. Los hombres de la comunidad se escaparon montaña adentro y lo que hicieron las fuerzas de seguridad fue un operativo para ir buscarlos el sábado”, relató el el concejal de Bariloche.

Los hombres del Lof Lafken Winkul Mapu están en un bosque cerrado, con árboles muy altos y mucha vegetación, “en el que no se ve a más de cinco metros”, según describió Chiocconi.

“Ellos me manifestaron que no tenían armas y que los sorprendieron”, afirmó. “Dicen que escucharon una voz de alto y, casi al mismo tiempo, empiezan los disparos. El primero lo hiere a Rafael, que estaba de espaldas y agachado porque estaba agarrando algo pesado, posiblemente una piedra. También hieren a Johana en el hombro y a otra persona en el codo. Los tres caen y las fuerzas se retiran“, describió Chiocconi, basado en el relato de la comunidad.

“Al ver que las heridas de Rafael empeoraban, dos integrantes de la comunidad llamaron a una ambulancia y lo llevaron abajo. Rafael murió en la ambulancia, antes de llegar al hospital”, concluyó el médico.

Tras la muerte del joven de 22 años, los integrantes de la comunidad Lafken Winkul Mapu firmaron una especie de acta con el juez Villanueva, en la que  establecieron “la conformación de una mesa de diálogo, que las fuerzas federales no reprimieran, que no ingresara más gente de la comunidad al territorio y la realización de los peritajes judiciales”.

“Después de haber acordado un impasse con el juez, las fuerzas volvieron a hostigar ayer”, denunció Chiocconi.

El médico y concejal del Frente para la Victoria señaló que el juez debe reunir al grupo de expertos para los peritajes. Los hombres de la comunidad se mantienen a la intemperie, a unos 150 metros de la base. “La voluntad de ellos es quedarse ahí”, aseguró.

“No tienen nada que ver con el RAM. Las comunidades mapuches conviven en Bariloche y son parte de la vida cotidiana de la ciudad. No tienen lógicas propias y no tienen que ver con el conflicto armado“, sostuvo.

El médico apuntó que el territorio que reclaman las comunidades dentro del Parque Nacional Nahuel Huapi “no es productivo” y la comunidad lo reclama para hacer las ceremonias para su “líder espiritual”.

Chiocconi indicó que el predio está ocupado desde hace dos meses. “Se había empezado a trabajar en mesas de co – manejo, para articular y resolver el conflicto, antes del desalojo ordenado el jueves pasado”,  apuntó.