La tensión crece en Medio Oriente por un inminente anuncio de Trump

El presidente estadounidense reconocerá a Jerusalén como capital de Israel; anuncios de protestas para los próximos días en los países de la región.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ignoró advertencias y amenazas de países musulmanes y europeos y comunicó hoy al mandatario palestino, Mahmud Abbas, que reconocerá a Jerusalén como capital de Israel, en un giro histórico que prevé anunciar mañana y que podría encender la chispa que inicie una nueva guerra en la región.
Pese a que la mayoría de los países más poderosos de Medio Oriente y Europa pidieron cautela, Trump siguió adelante con un plan que tiene desde la campaña electoral y llamó por teléfono a Abbas, al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, al rey de Jordania, Abdullah II, y al presidente egipcio, Abdel Fatah al Sisi, informó la Casa Blanca.
“Trump dijo al presidente Abbas que va a mover la embajada de Estados Unidos en Israel a Jerusalén”, lo que implicaría reconocer a la ciudad como capital israelí, contó a la prensa el vocero del mandatario palestino, Nabil Abu Rudeina.
“El presidente Abbas reafirmó nuestra firme posición: no puede haber un Estado palestino sin Jerusalén este como su capital, como establecen las resoluciones que tienen legitimidad internacional y la iniciativa de paz árabe” de 2002, agregó Rudeina.
Trump le dijo lo mismo al rey Abdullah II, quien, en su calidad de custodio de los lugares sagrados islámicos de la Ciudad Vieja de Jerusalén, le advirtió sobre el “peligro de tomar cualquier decisión fuera del marco de una solución global que garantice un Estado palestino con Jerusalén este como capital”, informó la agencia de noticias jordana Petra.
Al cabo de un día de frenéticas gestiones diplomáticas, la Casa Blanca informó que Trump hará mañana su “anuncio” sobre Jerusalén, pero se negó a adelantar su contenido y dijo que el mandatario tomará “la que sienta que es la mejor decisión para Estados Unidos”.

Como una espiral, la tensión no paró de crecer hoy.  Abbas llamó por teléfono a su par ruso, Vladimir Putin, al papa Francisco y a dos influyentes aliados en la región, el rey jordano y el monarca de Marruecos, Mohammed VI. El llíder palestino les pidió que actúen rápidamente para proteger los lugares sagrados de Jerusalén y evitar una escalada de violencia en la zona, según la agencia de noticias oficial palestina Wafa.

Turquía, uno de los socios de la OTAN más relevantes en la región, amenazó con romper relaciones diplomáticas con Israel y convocar una cumbre de la Organización de Cooperación Islámica (OIC) si la Ciudad Santa es reconocida como capital. “Jerusalén es la línea roja para todos los musulmanes”, sentenció el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ante el Parlamento de su país. Jordania ya convocó a una reunión de urgencia de la Liga Árabe para el sábado.

Desde El Cairo, el presidente Al Sisi también le advirtió a Trump que podría “complicar” la situación en la región, según un comunicado oficial.

Las críticas sobrepasaron la región y se escucharon hasta en el corazón de Europa. Francia, Alemania, Italia y la Unión Europea reafirmaron su compromiso con una solución negociada entre israelíes y palestinos al conflicto, que incluya el estatus definitivo de Jerusalén.

Los principales partidos políticos palestinos habían convocado ayer un “día de furia” con protestas masivas para el viernes, el día sagrado de los musulmanes. Sin embargo, tras la confirmación de Trump de que avanzará con su plan, hoy extendieron esa convocatoria a tres días: mañana, jueves y viernes.  Además llamaron a los palestinos y musulmanes a manifestarse frente a las embajadas estadounidenses de todo el mundo, una invitación que en el pasado terminó en incidentes, especialmente en Medio Oriente.