A través de sus principales funcionarios, el gobierno nacional busca sembrar confianza en medio de la corrida cambiaria y bursátil.
“No estamos ante una crisis estructural sin remedio o un fracaso, como algunos plantean. Eso no es cierto. No hay hasta ahora un derrumbe de la actividad económica, hay un enfriamiento”, aseguró esta mañana el jefe de Gabinete, Marcos Peña, en declaraciones a radio La Red.
“Es una tormenta compleja”, reconoció el funcionario. Sin embargo, consideró que no es el “momento más difícil” desde que asumió el presidente Mauricio Macri.
“El momento más difícil fue cuando arrancamos, recibimos el país en default, sin reservas en el Banco Central, sin crédito externo, con cepo cambiario, con tarifas atrasadas. Ese fue el peor momento económico, lo que se llamó el plan bomba. Pudimos sacar al país de una crisis”, repasó.
El jefe de Gabinete volvió a apuntar al contexto internacional, con la suba de las tasas de interés de Estados Unidos y del precio del petróleo, y a la sequía que afectó el cultivo de commodities.
Peña calificó como un “disparate” la opción de dolarizar la economía, para contener la inflación, y rechazó nuevos cambios en el Gabinete nacional.
Además, el funcionario ratificó que no se impondrá un dólar desdoblado para el turismo, pero sí confirmó que el gobierno analiza “discutir los impuestos a los pasajes al exterior”.
“La posibilidad de discutir los impuestos a los pasajes al exterior está sobre la mesa. Algunos sectores lo vienen planteando por el tema del déficit de cuenta corriente, pero es una de las cosas que se analizará en el contexto de una discusión más amplia de cómo llegar al equilibrio fiscal”, afirmó.