Los diputados de las comisiones de Legislación General, Legislación Penal, Acción social y Salud pública y Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia lograron consensuar varios cambios a la iniciativa original para legalizar la interrupción voluntaria del embarazo. Los legisladores a favor del proyecto buscaron hacerlo más digerible para los indecisos, que definirán su voto de acá al miércoles 13 de junio, cuando se trate en el recinto de la Cámara baja.
“En la base, está”, indicó el diputado del PRO, Daniel Lipovetzky, firmante e impulsor del proyecto. No obstante, las modificaciones al texto original están circulando entre los legisladores y es susceptible de cambios hasta el martes próximo, cuando se firmará el dictamen.
El proyecto establece que “el sector público de salud, las obras sociales, las entidades de medicina prepaga y todos aquellos agentes que brinden servicios
médico-asistenciales incorporarán como prestaciones médicas básicas obligatorias la cobertura integral de la interrupción legal de embarazo, en todas las formas que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda”. De esta manera, además de dejar de ser punible y penalizada, la práctica del aborto deberá ser garantizada por el Estado.
“Buscamos proteger a la mujer, que es la que tiene más riesgos. No podemos despenalizar y no dar cobertura a una práctica en la que las mujeres más vulnerables son las que más riesgos corren”, explicó Lipovetzky, en diálogo con Diario Vivo.
Entre los cambios consensuados esta semana están la “objeción de conciencia” de los médicos. “Deberá ser informada previamente y entrar en un registro, para que haya otro médico que lo pueda hacer dentro de la misma institución”, indicó el diputado, presidente de la comisión de Legislación General.
Con respecto a las menores de edad, el texto original del proyecto establecía que entre los 13 y los 16 años, “se presume que cuenta con aptitud y madurez suficiente para decidir la práctica y prestar el debido consentimiento”. Para las menores de 13 años, en cambio, establece que “se requerirá su consentimiento informado, con la asistencia de al menos uno de sus progenitores o representante legal”.
“No vamos a innovar sobre lo que dice el Código Civil y Comercial en la representación de los menores, ya que esa normativa se discutió en 2014 y está vigente desde 2015, con lo cual está actualizada”, aclaró Lipovetzky. De esta manera, las menores de entre 13 y 16 años “tienen aptitud para decidir por sí respecto de aquellos tratamientos que no resultan invasivos ni comprometen su estado de salud”.
Si bien Lipovetzky consideró que esta modificación no resuelve la posibilidad de practicar un aborto en el caso de una menor abusada sexualmente, sostuvo: “lo más importante era resolver otros puntos del proyecto”.
El proyecto consensuado permite la interrupción voluntaria del embarazo antes de la semana 14 de gestación y reduce las penas para las mujeres que practiquen un aborto después de los tres meses y medio de embarazo. El nuevo texto baja a cuatro años de prisión la pena máxima, por lo que el delito se convierte en excarcelable y habrá que modificar el artículo 85 del Código Penal. De esta menara, las prácticas profesionales “se efectivizarán sin ninguna autorización judicial previa” antes de la semana 14.
“Mantenemos la punibilidad después de la semana 14, reducimos la pena y permitimos la eximición de la pena si el juez lo considera. Consideramos que, después de la semana 14, la interrupción del embarazo es punible porque se considera que es la segunda etapa de desarrollo del embarazo, a menos que haya malformaciones incompatibles con la vida extrauterina”, indicó Lipovetzky.
“Según el Código Civil y Comercial, persona se es desde el momento del nacimiento. Antes, puede tener cierta protección jurídica, pero es sujeto de derecho desde ese momento”, apuntó Lipovetzky, en diálogo con Diario Vivo.
El diputado del PRO reconoció el resultado del votación del proyecto, el próximo miércoles, en la Cámara baja, es “ajustado”. “Hasta ese día, al momento de la votación, no lo sabemos”, se atajó.
“Es un proyecto moderado, pero es un paso adelante. Es la mejor alternativa posible“, concluyó Lipovetzky.