Tras la intervención de Lilita Carrió, hoy el oficialismo decidió levantar la sesión de debate por la reforma previsional. La diputada oficialista argumentó que no se podía sesionar en un clima de violencia. Desde la oposición, denunciaron que Cambiemos nunca logró el quórum.
En medio de gritos e insultos de todo tipo, el presidente de la cámara Emilio Monzó decidió levantar la sesión. Monzó argumentaba que en dos oportunidades se había logrado el quórum de 129 legisladores. Sin embargo, la oposición denunció que ese número había sido alcanzado a partir de dos legisladores que todavía no habían jurado. También señalaron que habían pasado más de 30 minutos desde la hora en que estaba programada la sesión y que por eso, por reglamento, debía levantarse el debate.
Eduardo Amadeo, por su parte, afirmó que desde el Frente para la Victoria “apretaron” a otros legisladores. Las acusaciones cruzadas fueron el denominador común de una tarde furia.
A pesar de solicitar el levantamiento de la sesión, Carrió adelantó que Cambiemos volvería tratar el proyecto de ley la semana que viene. La diputada oficialista también sugirió que podría otorgarse una “compensación” a los jubilados.
El jefe de bloque del Frente para la Victoria, Agustín Rossi, afirmó: “Se impuso la cordura”. El diputado kirchnerista calificó como “inaudito” el dispositivo de seguridad dispuesto por el Gobierno en las inmediaciones del Congreso. “Las condiciones que generó el Gobierno para debatir esta ley no corresponden a un estado democrático”, agregó.
El diputado también pidió que el oficialismo retire el proyecto. “La decisión de levantar la sesión fue lo único racional que hizo Cambiemos en este proceso. Por suerte, pudimos frenar la ley. Esperamos que el gobierno retire este proyecto”, dijo desde su banca en la Cámara Baja, una vez levantada la sesión.
Felipe Sola, jefe de bloque del Frente Renovador, opinó que “la ley es indefendible” y agregó que el oficialismo mintió con el quórum.
La tensión fue creciendo con el transcurso de las horas. Antes de las 14 y de la sesión fallida, en el Salón de los Pasos Perdidos distintos legisladores de la oposición también protagonizaron empujones y gritos con miembros de la seguridad del Congreso y, en ese momento, sostenían que no los dejaban circular.
Finalmente, entre los ruidos de balas de goma que venían del exterior, el debate sobre la reforma previsional que el Gobierno se apuró en aprobar, nunca llegó a concretarse.