La decisión del presidente de cancelar el encuentro se conoció horas después de que Corea del Norte cumpliera su promesa y destruyera con varias explosiones su centro de pruebas nucleares, en lo que se interpretó como un gesto de buena voluntad antes de la ahora cancelada cumbre Trump-Kim.
“El desmantelamiento del complejo de pruebas nucleares, realizado con alto nivel de transparencia, ha dado fe una vez más de los esfuerzos proactivos y pacíficos del gobierno de Corea del Norte que se están haciendo para asegurar la paz y la estabilidad en la península coreana y el mundo”, dijo la agencia de noticias oficial KCNA.
Pese a haber cumplido su promesas de la demolición, esta coincidió con un nuevo ataque verbal contra Washington por parte del régimen de Kim, que calificó a Pence de “marioneta política” por haber dicho que la desnuclearización de Corea del Norte debía seguir el modelo de Libia. “Nosotros no suplicaremos a Estados Unidos por diálogo y tampoco nos molestaremos en persuadirlos si no se quieren sentar con nosotros. Si Estados Unidos se reúne con nosotros en una habitación o nos encuentra en un enfrentamiento nuclear depende totalmente de su decisión”, agregó la vicecanciller norcoreana, Choe Son-hui.