Acompañado por los ministros Patricia Bullrich, de Seguridad, y Germán Garavano, de Justicia, el presidente Mauricio Macri dio una conferencia de prensa para referirse al episodio de violencia del sábado, en la previa del partido entre River y Boca por la Copa Libertadores.
El mandatario confirmó que convocará a sesiones extraordinarias en el Congreso y anunció que incluirá en el temario un proyecto del Poder Ejecutivo para combatir la violencia en el fútbol.
La iniciativa fue presentada en 2016 pero no fue tratada. Busca tipificar como delitos penales y establecer sanciones para los hechos de violencia en las canchas, además de impedir que los hinchas con prohibiciones para ingresar se acerquen a los estadios.
“Lo que sucedió nos tiene que llevar en serio a la reflexión, por eso presentamos una ley de barrabravas hace dos años, para que ningún fiscal ni juez se equivoque en dónde tipifica este tipo de delitos, apoyando a nuestras fuerzas de seguridad con una herramienta contundente. Con este bochorno, la hemos incluido en extraordinarias y esperamos que se pueda aprobar”, advirtió el presidente.
“Maravillamos al mundo con los Juegos Olímpicos de la Juventud sin ningún tipo de problemas. Frente a aquellos que dicen que no podemos cambiar, yo digo que podemos, pero necesitamos que todos, sin distinción, se pongan al frente de estas actitudes violentas que nos abochornan a todos. Estamos trabajando para lo que viene, que es muy importante, nunca en la historia hubo en Argentina una cumbre de líderes tan importante”, agregó el mandatario.
Macri insistió en que el “responsable” del operativo de seguridad para el partido sigue siendo el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y se mostró en desacuerdo con la idea de hacer intervenir a las fuerzas militares.
“El jefe de Gobierno, como responsable, está estudiando y viendo cómo perfeccionar para el día que se organice el partido”, apuntó. “Más allá de los operativos policiales, yo no puedo resignarme, como presidente representante a la inmensa mayoría de argentinos, que somos pacíficos, que para organizar un espectáculo deportivo hay que militarizar toda la zona, toda la ciudad, no es lo razonable”, agregó el jefe de Estado.
Macri apuntó contra “una parte de la dirigencia” del fútbol. “Apaña este tipo de cosas como una conducta razonable, tirar piedras, agredir, violentar. Claramente esto no es aceptable bajo ningún concepto”, afirmó.
Visiblemente ofuscado, Macri manifestó que no comprende cómo es posible que hayan sido liberadas las 23 personas detenidas el sábado por los hechos de violencia.
“¿Cómo puede ser que en horas estén libres? No entiendo. En nombre de todos los argentinos, ¡no-en-tien-do!”, exclamó. “Lo mismo nos pasó en el Congreso. No entiendo que haya dirigentes argentinos que avalen esto y no salgan unánimemente a decir que esta no es la forma y la reacción de la justicia”, apuntó.
El presidente pidió “un sistema judicial, que garantice que aquel que no cumple la va a pasar mal”.
Macri se quejó de la actuación de los jueces y fiscales que tipificaron el caso del barrabrava de River Héctor “Caverna” Godoy, imputado en el marco de la causa que investiga reventa de entradas, como una contravención. “Ahora apuntado junto a 300 barras que no pudieron ir y organizaron todo este tipo de agresión”, agregó. “Necesitamos que los jueces, los fiscales, las fuerzas de seguridad y ciudadanos trabajemos en conjunto para terminar con la violencia, estoy acá y no me voy a resignar”, instó el mandatario.
La conferencia de prensa se llevó a cabo tras la reunión de Gabinete que encabezó Macri.
A su turno, Bullrich explicó que el proyecto de ley contra los barrabravas busca “tipificar como delitos penales, y no contravenciones, los hechos de violencia en las canchas, con sanciones claras y fuertes y con aislamientos fuera de las canchas a los que tienen prohibición de entradas. Si esta ley se hubiera votado, en lugar de estar en los alrededores de las canchas, ayer hubieran estado en las comisarías”, sostuvo la ministra de Seguridad.
Desde el gobierno y la Justicia sostienen la hipótesis de que la violencia provino de un grupo de “barras” de River que se quedaron sin entradas para ingresar al estadio luego del allanamiento realizado el viernes último, en el que se incautaron 300 entradas para el partido y alrededor de 10 millones de pesos en efectivo.
Bullrich defendió a las fuerzas de seguridad y aseguró que no hubo una “zona liberada” ni una interna entre los efectivos federales y los de la Ciudad de Buenos Aires.
“Los responsables son los que tiran las piedras, esos son los que tienen que estar presos. Tenemos que ir contra los que generan hechos de violencia. No es responsable el prefecto o el policía, que está parado, aguantando la violencia. No hubo ninguna interna policial, no hubo zona liberada, solo hubo violentos”, afirmó.