Obras de Nicanor Aráoz, Matías Duville, el grupo Mondongo, Alejandra Seeber, el dúo Lolo y Lauti y Mariana Ferrari, entre otros artistas, se exhiben en la muestra “Inédita”, que presenta la galería Barro de Arte Contemporáneo de La Boca hasta febrero.
La muestra es una instalación laberíntica e íntima que “apuesta a lo físico, al encuentro con la escala, la textura, y el espacio”, definió el director del espacio, Federico Curutchet.
La exposición invita al espectador a descubrir en cada recodo “un clima distinto y disfrutar de la intimidad de las obras, con variaciones de propuestas, espacios, artistas y acciones”, según explicó Curutchet en diálogo con Télam.
Los “climas” en esta muestra que incluye obras de Nicanor Aráoz, Joaquín Boz, Matías Duville, Elena Dahn, Mariana Ferrari, Benjamin Felice, Mónica Giron, el dúo Lolo y Lauti, Mondongo, Alexis Minkiewicz, Nicolas Robbio y Alejandra Seeber varían según las propuestas disímiles y los tiempos de producción, que van desde dibujos, cuadros, instalaciones para explorar, observarse y experimentar hasta obras recientes y más distantes en el tiempo.
Curutchet explicó que pensaron en “una muestra que reúna obras inéditas, no vistas en Buenos Aires, de artistas contemporáneos argentinos de la galería y otros invitados” para que dialoguen entre sí.
Entre las obras las hay históricas como dibujos de la serie “Sentidos en el cuerpo” de Girón (1959), una suerte de bitácoras, de cuaderno de notas visuales; una obra de Seeber (1969) de 2004 de una residencia en Marsella (Francia) que no se vio en la Argentina; una obra enorme de Aráoz comisionada por la curadora española Chus Martínez en 2018 y dibujos de Duville hechos en pandemia en su garaje, en Mar del Plata.
La artista Mariana Ferrari terminó la obra “in situ” y estuvo trabajando tres días en sala; al igual que Elena Dahn, que trabajó una obra de “sitio específico”, en un muro de la galería.
El recorrido del espacio “se entra en diferentes climas” y el espíritu de la muestra es mostrar obras representativas de los artistas, comenta Curutchet.
“Nos parecía justamente interesante ponerlos en el mismo espacio a dialogar y que, sin embargo, cada uno mantenga su identidad. Matías Duville en su carácter de artista que prioriza el dibujo, Elena Dahn que trabaja con látex”, ejemplifica el galerista.
La dupla Juliana Laffitte y Manuel Mendanha de Mondongo, expresó su interés en “yuxtaponer formatos, la contraposición entre la cosa real y algunos de sus posibles acercamientos”.
“En la última sala de la muestra, empapelamos las cuatro paredes con reproducciones de cuatro de los quince cuadros de la serie Argentina -realizada entre 2009 y 2013- paisajes inspirados en el delta entrerriano. Sobre tres de las paredes colgamos cuadros de fuegos pintados al óleo (realizados desde 2010 a la fecha) y en la cuarta pared un monitor reproduce pinturas realizadas durante la cuarentena”.
En el caso de Lolo y Lauti, presentan “un autorretrato compuesto por dos espejos vibradores”, obra que pertenece a una serie cuyo disparador fue “La sociedad del espectáculo” de Guy Debord (2019):
Según Curutchet, son “obras que tienen un fuerte carácter identitario, muy reconocibles y obras no vistas”, a la vez que señala: “no es lo mismo verlas en fotos que en vivo”. “La obra de Lolo y Lauti, por ejemplo, es una pieza de una misma serie que fue exhibida en la Casa Nacional del Bicentenario y se resignifica en otro contexto. Es bueno ver esas obras que que están en la memoria visual de los espectadores, ver como trabajan en otra espacialidad y entre ellos”, sostuvo.
“La idea de la muestra es que sea dinámica, que permita hacer cambios de obra, de artistas, con una puesta lumínica que acompaña las obras y los tránsitos entre las salas”, asegura. También proyectan incorporar música (DJ Set) y performance, como invitación a “mezclar un poco las disciplinas”.
Se trata de “apostar a lo físico, el encuentro con la escala, la textura, el espacio”, señala Curutchet en torno a la importancia de la experiencia física de la muestra.
“Es la primera vez en los seis años de la galería que fragmentamos tanto la sala. Es un galpón que tiene más de 400 m2 y hemos logrado ´laberintearlo´ -comenta-.Al ser ‘medio laberíntico’ invita a perderse entre los pasillos y a sorprenderse en un golpe de ojo con un nuevo clima, una nueva obra. Es una muestra que necesitas vivirla”.
La muestra colectiva finaliza el 5 de febrero de 2021, puede se visitada libremente con reserva de turno en rb.gy/yi9cxk (http://www.barro.cc/, Ciudad de Buenos Aires.
(Con información de Télam)