Las visitas virtuales que se realicen a los museos del Reino Unido podrían empezar a ser cobradas por decisión del gobierno británico, una instancia que pasaría a limitar la democratización de estos espacios y, a la vez, sentaría un precedente para que otros grandes museos del mundo también cobren por recorrer su sitio web.
“Tengan una mentalidad comercial o perderán financiación en el futuro”, amenazó el ministro de Cultura del gobierno del Reino Unido, Oliver Dowden, a los directores de los museos de su país, instándolos a recaudar sus propios fondos durante la pandemia.
Tras el paquete de apoyo de 1.570 millones de libras esterlinas que anunció en julio pasado el gobierno del Reino Unido para organizaciones de arte y patrimonio, el ministro advirtió ahora a los directores de museos en una carta que dio a conocer el periódico mensual londinense “The Art Newspaper” que deben hacer mayores esfuerzos para comercializar sus operaciones “si quieren seguir dependiendo del apoyo estatal”.
Dowden sugiere a los directores de estos espacios “adoptar un enfoque lo más comercial posible, aprovechando todas las oportunidades para maximizar las fuentes alternativas de ingresos”. “Si no lo hacen -aclaró- no estaré en posición de defender ningún apoyo financiero adicional para el sector”.
El apoyo económico del gobierno -destaca el medio especializado inglés- ha sido elogiado por realizar una inversión significativa en la cultura británica en un momento de necesidad sin precedentes. Cien millones de libras se destinaron a los 15 museos nacionales de Gran Bretaña, incluidos la National Gallery y el Tate, lo que representa un aumento del 25 por ciento sobre la cantidad total de subvenciones en un año normal. Ahora esa ayuda solo llegaría si las instituciones logran generar ganancias en los espacios virtuales.
Sin embargo, los directores y críticos de arte señalan que no está claro cómo los museos pueden obtener importantes sumas de ingresos adicionales con un número de visitantes muy reducido. Después de años de recortes a la financiación pública, los museos ya generan gran parte de sus propios ingresos (en el caso de Tate, el 75 por ciento).
Este modelo de negocio se basa en un número de visitantes cada vez mayor y, en particular, en los visitantes extranjeros que gastan mucho dinero. Más de dos tercios de los visitantes de la National Gallery el año pasado eran extranjeros. Pero nadie sabe ahora cuándo volverán los turistas a visitar los museos.
No obstante, Dowden insistió en condicionar el apoyo económico a los museos si estos obtienen más ingresos con “actividades comerciales y de hospitalidad” o “comercializando ofertas digitales”.
Los medios ingleses, en concordancia con los funcionarios de las instituciones de arte, señalaron que el tono de la carta, y sobre todo su mensaje, es un error; ya que a nivel puramente financiero, ningún museo nacional estaría en condiciones de reabrir por ahora; y ni siquiera un número limitado de visitantes podría cubrir el costo de mantener las puertas abiertas. Sin embargo los museos británicos han sentido que es su deber público abrir lo antes posible y han puesto a prueba todos los protocolos sanitarios disponibles para que sean seguros para el coronavirus.
“The Art Newspaper” concluye su artículo diciendo que “ocho de las diez principales atracciones gratuitas para visitantes de Gran Bretaña son museos nacionales. Si el gobierno se toma en serio que los visitantes regresen al centro de las ciudades, debe darse cuenta de que financiar adecuadamente nuestros museos es una de las formas más rentables de hacerlo”.
En Argentina, muchos museos desplegaron durante la pandemia una gama de actividades con un arancel -como cursos y talleres online-, aunque las visitas virtuales siguen siendo gratuitas.
(Con información de Télam)