Unos 70 objetos del museo Pérgamo, el Neues Museum y la Alte National Galerie, todos situados en la isla de los museos de Berlín, fueron rociados con un líquido aceitoso que dejó manchas visibles en sarcófagos egipcios, esculturas de piedra y pinturas del siglo XIX el 3 de octubre, día de la Unidad, que conmemora la histórica unificación que vivió el país en 1990. Investigan si el ataque fue impulsado a partir de un relato conspiracionista.
El hecho fue conocido el martes, cuando tres medios alemanes revelaron que la Oficina Estatal de Investigación Criminal de Berlín (LKA) estaba buscando testigos entre los visitantes que acudieron a esa zona ese día.
Christina Haak, vicepresidenta del complejo, aseguró hoy en una conferencia de prensa que “es el mayor daño causado en estos museos por un solo ataque” y si bien no cuantificó los daños, aseguró que la propiedad de las piezas es del Estado y que no están aseguradas.
Según informaron hoy las autoridades, la investigación todavía no puso establecer una autoría y los gestores del museo creen que los objetos dañados no tienen ningún tipo de conexión entre ellos. A su vez indicaron que tampoco se han hallado mensajes o algún tipo de reivindicación.
“La cantidad de líquido rociado en cada caso fue pequeña y, en muchos casos, la suciedad se pudo limpiar rápidamente. Los objetos que están más visiblemente sucios, como esculturas de piedra y madera, ya están siendo examinados o tratados para su restauración”, indicó el museo de Pérgamo a través de un comunicado.
La policía informó que calcula que unas 3.000 personas visitaron la explanada donde se encuentran los museos ese día y que 1.400 tenían entrada adquirida online y a todos ellos les envió un correo electrónico con un cuestionario de preguntas.
Los investigadores buscan establecer si durante su permanencia en los museos vieron alguna persona sospechosa, si podrían reconocerlo en fotografías y si notaron algún rastro en forma de manchas en las piezas expuestas o en el suelo.
La isla de los museos de Berlín es Patrimonio Cultural de la Humanidad de la UNESCO desde 1999 y la explanada también incluye el Altes Museum, el Bode-Museum, la Alte Nationalgalerie, el Neues Museum -que es el hogar del famoso busto egipcio de Nefertiti- y la Galería James Simon.
Ahora, muchos señalan al chef vegano Attila Hildmann, un frecuente denunciante de conspiraciones, como un posible responsable por el ataque a los museos. Durante la pandemia, Hildmann aseguró que en el Museo de Pérgamo se halla “el trono de Satanás” y que la institución es el centro de un complot mundial en donde además se realizan sacrificios humanos durante las noches.
“¡El sábado hay que derribar el lugar santísimo de estos satanistas! ¡El Museo de Pérgamo, el Templo de Baal! ¡Esa es la fuente de todo mal aquí en la Tierra!”, señaló Hildmann, el pasado 23 de agosto, a través de su canal de Telegram.
El de estos días es el segundo incidente grave que sufre la isla de los museos en los últimos años, ya que en marzo de 2017, tres encapuchados robaron en el Museo Bode la moneda Hoja de arce grande (Big Maple Leaf, en inglés), con un valor de 3,75 millones de euros y en febrero de este año, los hermanos Wayci y Ahmed Remmo fueron encontrados culpables y condenados a cuatro años y seis meses de prisión.
(Con información de Télam)