Mañana, se presentará la primera de once únicas funciones de “El baile”, una pieza creada por la coreógrafa francesa Mathilde Monnier y el escritor argentino Alan pauls, un espectáculo de danza libremente inspirado en la obra teatral homónima de Jean-Claude Penchenat, un trabajo que a su vez estimuló a que Ettore Scola realizara la célebre película ambientada en un salón de baile, donde transcurría casi medio siglo de la historia de Francia con sus cambios políticos y sociales.
Adaptada a la historia Argentina, la propuesta recorta y pone el acento en el devenir argentino desde 1978 hasta el presente, pero sin un recurso narrativo en el que medie el texto: la historia se cuenta a pura danza y gesto, movimiento y espacio, música y despliegue de los cuerpos que encarnan historia y contemporaneidad.
En coproducción entre Francia (Le Quai Centro de Arte Dramático Nacional Angers) y Argentina (Complejo Teatral de Buenos Aires), el elenco está conformado por doce talentosos y jóvenes bailarines argentinos: Martín Gil, Lucas Lagomarsino, Samanta Leder, Pablo Lugones, Ari Lutzker, Carmen Pereiro Numer, Valeria Polorena, Lucía García Pulles, Celia Argüello Rena, Delfina Thiel, Florencia Vecino y Daniel Wendler.
La obra podrá verse desde mañana hasta el 30, de jueves a domingos a las 20 en la sala Casacuberta del San Martín (Corrientes 1531) para continuar con una gira europea.
En entrevista vía mail con Página 12, la coreógrafa francesa expresó que con Alan Pauls “tuvimos discusiones muy intensas sobre los grandes temas de la Argentina, sobre cómo abordarlos. Alan aportó muchas ideas nuevas que intenté poner en escena. La intención no es representar la historia sino sugerir, hacer aflorar ciertas cuestiones, encontrar signos en la danza y en el canto para que sea la historia íntima, la historia pequeña la que hable, sin caer en clichés ni en imágenes fijas y estereotipadas. Que sean los cuerpos, el movimiento, el espacio y el ritmo los que hablen. No intentamos representar la Historia”.
“El Baile”, versión argentina, “elige menos contar un país que componerlo, sabiendo que lo que pretende componer es una sociedad cuya pasión”, cuya verdadera pasión, no es otra que descomponerse, naufragar, tocar fondo para después, en una euforia última, probar que no está muerta. “La Historia está como se la puede ver y sentir a diario en las calles argentinas: en fragmentos, como un paisaje de ruinas, que es lo que queda cuando la Historia estalla”, indican desde la organización.
Adelanto
Alan Pauls (Buenos Aires, 1959) es escritor, periodista, guionista y crítico de cine. Licenciado en Letras, fue profesor de Teoría Literaria en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA y fundador de la revista Lecturas Críticas. Fue jefe de redacción de la revista Página/30 y subeditor de Radar, suplemento dominical del diario Página/12, con el que sigue colaborando periódicamente. Entre sus obras se destacan los ensayos Manuel Puig: La traición de Rita Hayworth (1988), La infancia de la risa (sobre Lino Palacio) (1994), Cómo se escribe un diario íntimo (1998), El factor Borges (2000) y La vida descalzo (2006). Ha publicado las novelas El pudor del pornógrafo (1985), El coloquio (1989), Wasabi (1994, reeditada en 2005), El pasado (2003, Premio Herralde de Novela), Historia del llanto (2007), Historia del pelo (2010) e Historia del dinero (2013). Entre sus últimos proyectos se encuentra un ensayo biográfico sobre el cineasta chileno Raúl Ruiz.
Mathilde Monnier (Mulhouse, 1959) ocupa un lugar destacado en el ámbito de la danza contemporánea francesa. Luego de una breve experiencia como bailarina en la compañía de Viola Farber, en 1984 comenzó a crear obras coreográficas, en las que su preocupación por la escritura del movimiento se mezcla con asuntos más profundos relacionados con el hombre común, la relación con la música o la memoria. Espectáculos como Pour Antigone, Déroutes, Les lieux de là, Surrogate cities, Soapéra y Twin paradox (1) son frecuentemente invitados a los grandes escenarios y festivales internacionales. Su nombramiento como responsable del Centro Coreográfico de Montpellier Languedoc-Roussillon, en 1994, marcó para la coreógrafa el inicio de un período de apertura a otros ámbitos artísticos y la reflexión sobre la gestión de un una institución cultural, además del intercambio con artistas de la talla de Philippe Katerine, Christine Angot y La Ribot Heiner Goebbels. Desde enero de 2014, Mathilde Monnier dirige el Centro Nacional de Danza en Pantin.
Para más información, dirigirse a la web: www.complejoteatral.gob.ar