Cuando el disco permanecía como un objeto de culto para un puñado de coleccionistas, una revalorización inesperada hizo resurgir de las cenizas al vinilo. Pero ahora, parece es el turno del cassette.
Los últimos 12 meses en el Reino Unido fueron los de este objeto propio de las décadas del ochenta y noventa. Según el sector discográfico, las ventas en 2020 habrían ascendido a las 157.000 cintas, la cifra más alta desde 2003, de la mano de un compilado que incluyó canciones de Oasis, Busted y Girls Aloud. Solo en la primera mitad del año se vendieron 65.000 cassettes, según la BBC.
Ahora, son Lady Gaga, 5 Seconds of Summer y Yungblud quienes impulsan este renacer del cassette. The 1975, Blackpink y Selena Gomez son otros de los nombres más vendidos en este formato, por el que también salieron clásicos de Fleetwood Mac, Amy Winehouse y Nirvana.
Según Geoff Taylor, jefe de ejecutivo de BPI & BRIT Awards, el auge de los cassettes se explica por el “atractivo atemporal de los formatos físicos coleccionables”.
Sin embargo, en comparación al vinilo, el cassette corre desde muy atrás. Este año, se vendieron 4,8 millones de discos, la cifra más alta desde los 90.
No obstante, el streaming es hoy en día el formato más utilizado para escuchar música, que representa el 80 por ciento de las ventas.