Tras el enorme éxito que tuvo Leaving Neverland, la producción alrededor de la turbia pederastia de Michael Jackson, HBO intenta repetir este fenómeno con un caso todavía más confuso, desestimado por la ley y con acusaciones mutuas entre todas las partes, Allen vs. Farrow. El Farrow haría referencia a Mia, la actriz y expareja del cineasta Woody Allen, y Dylan, la hija que declaró en numerosas ocasiones haber sido sexualmente abusada por parte del autor de Annie Hall cuando era pequeña.
Basada en películas caseras, documentos judiciales, pruebas policiales y cintas de audio nunca antes escuchadas, Allen vs. Farrow recorre las décadas de historia de las acusaciones. Se estrenará en Estados Unidos el próximo 21 de febrero en HBO.
La miniserie documental está compuesta por 4 entregas realizadas por Kirby Dick, Amy Ziering y Amy Herdy. La serie abarca la acusación inicial de abuso, el juicio por la custodia, la relación de Allen con la hija adoptiva de Farrow, Soon-Yi, y los años venideros. El contenido, sin embargo, parece muy desequilibrado del lado acusador, al igual que ocurría en Leaving Neverland. Solo presenta entrevistas con Mia Farrow, Dylan Farrow y Ronan Farrow, así como amigos de la familia y determinadas figuras judiciales. No aparecen así Woody Allen o sus defensores, entre los que se encuentran otros hijos de ambos.
La serie también pretende analizar el trabajo de Allen como cineasta a través de las 13 películas del director que Farrow protagonizó. Promete reflexionar sobre las consecuencias de tales revelaciones públicas en la carrera del cineasta y en la revaluación de su trabajo artístico.