Tres poemas de Lawrence Ferlinghetti, el último exponente de la Generación Beat

A los 101 años falleció el poeta que trabajó con autores como Henri Michaux, Antonin Artaud y William S. Burroughs.

El poeta, editor y traductor Lawrence Ferlinghetti, miembro de la Generación Beat, falleció ayer a los 101 años en su casa de San Francisco, a causa de una enfermedad pulmonar, según informó su hijo Lorenzo al diario “The Washington Post”.

Fundador de la librería y editorial City Lights, desde la que publicó en 1956 “Aullido”, el célebre trabajo de de Allen Ginsberg, Ferlinghetti fue el responsable de difundir autores como Gregory Corso o Jack Kerouac, dando impulso en su país en la década de 1950 al movimiento beat.

El poeta y editor estadounidense había nacido en la ciudad de Nueva York en 1919, estudió y se doctoró en la Sorbona pero también pasó por las universidades de Carolina del Norte y Columbia, y participó de la Segunda Guerra Mundial.

A continuación, tres poemas de Ferlinghetti, el último de su especie.

El poeta como pescador

A medida que envejezco
percibo que la vida
tiene la cola en la boca
y otros poetas y otros pintores
ya no encarnan para mí
ningún tipo de competencia
El cielo es el desafío
el cielo
que aún debe ser descifrado
ese alto cielo
ante el que caen agobiados
los astrónomos
con sus grandes orejas electrónicas
ese cielo
que nos susurra constante
los secretos finales del universo
el mismo que respira
hacia adentro hacia afuera
como si fuera el interior de una boca
del cosmos
el mismo cielo
que es el borde de la tierra
y del mar también
el cielo
de voces múltiples y ningún dios
rodeando un océano de sonido
que devuelve ecos
como las olas
que estallan en el murallón
Poemas enteros
diccionarios completos
enrollándose
en la explosión de un trueno
Cada atardecer un cuadro instantáneo
cada nube un libro de sombras
a través de las que vuelan salvajes
las vocales de los pájaros
que llorarán repentinamente
Ese firmamento para el pescador
está despejado
a pesar de las nubes oscuras
Él lo observa
lo estima por lo que es:
el espejo del mar
a punto de precipitarse sobre él
en su bote de madera
al filo del horizonte oscuro
Nosotros lo imaginamos como un poeta
siempre cara a cara con la vieja realidad
donde los pájaros nunca vuelan
antes de la tormenta
No lo dudes
él sabe lo que caerá desde las alturas
antes de que amanezca
él es su propio vigía
en su embarcación
atento al sonido del universo
dando cuenta de las visiones
de la tierra de lo viviente
con su voz poderosa

 

Ropa interior (traducción: Violeta Villalba)

Anoche no pude dormir
pensando en la ropa interior

Alguna vez te has puesto a pensar

la ropa interior en abstracto

Cuando ahondas en ello de verdad

surgen algunos problemas inquietantes

La ropa interior es algo

con lo que todos debemos lidiar

Todas las personas usan

algún tipo de ropa interior

Los indígenas

Incluso los cubanos

El Papa lleva puesta ropa interior, espero

El gobernador de Luisiana también

Lo vi en televisión

Debía estar muy apretada

Se retorcía demasiado

La ropa interior puede ponerte en serios aprietos

Has visto los anuncios de ropa interior

para hombre y para mujer

tan parecida y tan distinta a la vez

Levanta en las mujeres

Mantiene abajo en los hombres

La ropa interior es algo

que hombres y mujeres tienen en común

Es lo único que hay entre nosotros

Has visto las imágenes tricolor

donde el círculo que encierra la entrepierna

muestra el área con ultra-resistencia

y extra-elasticidad

que promete completa libertad de acción

No te engañes

Todo se basa en el sistema bipartidista

que no permite mayor libertad de elección

por la forma en que las cosas están establecidas

Estados Unidos en su Ropa interior

lucha a través de la noche

La ropa interior controla todo al final

Tomemos por ejemplo el corsé

Sin duda una manera en que el gobierno

oculto y fascista

hace creer a las personas

todo menos la verdad

les dice lo que pueden o no pueden hacer

Alguna vez has tratado de sortear una faja

Es posible que la Acción No Violenta

sea la única respuesta

¿Gandhi usaba faja?

¿Lady Macbeth llevaba puesta faja?

¿Es esta la razón por la que asesinó al sueño?

Y esa mancha que solía frotar

¿Se encontraba quizá en su ropa interior?

Las damas anglosajonas modernas

deben padecer grandes complejos de culpa

siempre lavando y lavando y lavando

Esa maldita mancha

Ropa interior con manchas arto sospechosas

Ropa interior con tan angustiosas protuberancias

Ropa interior en el tendedero grandiosa bandera de libertad

Alguien ha escapado de su Ropa interior

Y puede estar en alguna parte desnudo

¡Auxilio!

Pero no te preocupes

Todos siguen colgados de ella

No habrá una revolución real

Y la poesía aún la ropa interior del alma

Y la ropa interior sigue cubriendo una multitud de fallas

—en el sentido geológico—

extrañas rocas sedimentarias, ¡incrustables grietas!

Yo de ti apartaría

ropa interior enorme para el invierno

No entres desnudo en esa buena noche

Y mientras tanto

mantente calmado, abrigado y seco

No vale la pena agitarse prematuramente

“por Nada”

Avanza con dignidad

la mano en el chaleco

No te pongas sentimental

Y la muerte no tendrá dominio

Hay bastante tiempo, querido

No somos acaso aún jóvenes y libres

No grites

 

Estaban levantando la estatua

Estaban levantando la estatua

de San Francisco

en frente de la iglesia

de San Francisco

en la ciudad de San Francisco

en una pequeña callejuela

justo al salir de la Avenida

donde los pájaros no cantaban

y el sol salía justo a tiempo

con su atuendo de siempre

y comenzaba a iluminar

la estatua de San Francisco

donde los pájaros no cantaban

Y un montón de viejos italianos

andaba por allí

en la pequeña callejuela

justo al salir de la Avenida

observando a los hábiles obreros

que levantaban la estatua

con una cadena y una grúa

y otros instrumentos

Y un montón de jóvenes periodistas

vestidos con camisa

tomaban nota de las palabras

de un joven cura

que apuntalaba la estatua

con todo lo que decía

Y mientras tanto

mientras los pájaros no cantaban

ninguna Pasión de San Francisco

y mientras los mirones seguían mirando

a San Francisco

con sus brazos extendidos

hacia los pájaros que no estaban allí

una muy alta y muy desnuda

joven virgen

con una muy larga y muy lisa

melena

y llevando sólo un pequeñísimo

nido de pájaro

sobre una parte muy existencial de su cuerpo

pasaba a través de la gente

mientras tanto

y subía y bajaba los peldaños

frente a San Francisco

todo el tiempo cabizbaja

y cantando para adentro