Por qué denunciaron que sumergieron a Tintín en un “universo erótico”

Los herederos del creador del personaje demandaron al artista francés Xavier Marabout por “falsificación” y “ataque al derecho moral”.

Los herederos del creador de Tintín demandarán al artista francés Xavier Marabout, al que acusan de utilizar al célebre personaje para su beneficio con obras intervenidas en las que se muestra al joven protagonista de la historieta en versión “erotizada” e inserto en un cuadro de Edward Hopper, siendo que el belga Hergé no caricaturizó mujeres y que al mismo tiempo se infringen derechos de autor.

La demanda fue realizada el pasado 8 de marzo en un tribunal francés en Rennes por la empresa Moulinsart -que gestiona los derechos del personaje de Hergé-, por “aprovecharse de la reputación de un personaje para sumergirlo en un universo erótico, que no tiene nada que ver con el humor”, según el periódico The Guardian.

Por otro lado, acusan a Marabout de reproducir el mundo de Tintín sin tener el consentimiento para ello, y aclaran que Hergé (1907-1983) eligió no caricaturizar a las mujeres, “porque consideró que rara vez son elementos cómicos”, según el letrado de Moulinsart.

La empresa reclama una indemnización de 12.500 euros, a la vez que destaca lo irrisorio del monto ante la comercialización de la tapa del cómic “Lotus Azul”, que fue vendido en 3,2 millones de euros en enero pasado, una suma récord para este tipo de obra.

La demanda comenzó formalmente en 2017 por “falsificación” y “ataque al derecho moral” y el juicio tendrá lugar en mayo de este año.

En el cuadro “Taxi pour noctambules” (2014) de Xavier Marabout, este artista bretón recrea “Noctámbulos” (1942), del estadounidense Edward Hopper (1882-1967) -el artista perteneciente al nuevo realismo que reflejó la soledad del hombre contemporáneo- con un Tintín romántico acompañado por una sensual mujer.

En esta serie el célebre reportero aparece pintado en distintas situaciones en obras que a su vez remiten a las de Hopper: en “Road and Houses” rascándose la cabeza mientras saluda a una mujer en un coche, con aspecto disgustado en una versión de “Cape Cod Evening (1939), y besando a una chica en un en la recreación de “Queensborough Bridge” (1913).

Con la técnica de mashups aplicada a sus cuadros, Marabout “toma prestados los cómics de su infancia y la pintura de los grandes maestros” para desarrollar una obra “paródica omnipresente”, según se describe en su página web.

Sobre la serie dedicada a Hergé – Hopper, implementa la mirada voyeurista del pintor estadounidense para imaginar una vida sentimental y tumultuosa para Tintín, “porque, francamente, el universo de Hergé es terriblemente viril y las mujeres están completamente ausentes”, según asegura Marabout a The Guardian.

El cuestionado artista sostiene que su trabajo se hace eco en la idea del historiador Christian Jacob sobre que “no hay transmisión cultural sin reapropiación”. Y aclara al medio británico que defiende su derecho a la parodia “que forma parte de la libertad de expresión”, lo que “es un derecho fundamental en nuestra democracia”, mientras espera que la justicia le de la razón, aunque manifiesta su “preocupación porque atravesamos un periodo difícil en el que las libertades disminuyen cada día”.

Para su abogado, los cuadros son una parodia y se trata de un “conflicto entre los derechos de autor y la libertad de expresión y creación”, a la vez que se pregunta sobre el derecho del artista a “preguntarse por la vida sexual de Tintin” y sobre “la libertad artística”.

(Télam)