Como sucedió con otras muertes de figuras de la música, la de Kurt Cobain se vio envuelta en una neblina de teorías. Oficialmente, el líder de Nirvana murió tras dispararse con una escopeta. Pero muchos mantienen sus dudas. Ahora, a 27 años de su pérdida, el FBI desclasificó una serie de documentos, que para algunos oscurecerán más que aclarar.
Distintas versiones sostuvieron que lo que sucedió previo al hallazgo de Kurt Cobain, sin vida, el 5 de abril de 1994, no fue otra cosa que un homicidio. Así lo señaló el cantante del grupo The Mentors, quien aseguró que Courtney Love le ofeció 50.000 dólares por asesinar a Cobain.
Una importante cantidad de heroína hallada en el cuerpo del cantante de Nirvana también alimentó a las teorías conspirativas, al igual que el documental Soaked in Bleach, en el que Norm Stamper, encargado del caso, afirmó que “pudo hacerse pasar por suicidio algo que no lo fue”. En esa misma producción Stamper pedía que la investigación se reabriera.
Sin embargo, la investigación fue reabierta efectivamente, 20 años después de la muerte de Cobain, pero la policía volvió a cerrarlo sin cambios.
La novedad ahora es que el FBI siguió el caso. Prueba de ello es la publicación de un informe, de no más de diez páginas. El documento incluye dos cartas recibidas por la agencia federal. En una de ellas, fechada en 2003, un remitente anónimo escribió: “A millones de fans de todo el mundo les gustaría que se aclararan de una vez por todas las incoherencias que rodean su muerte”.
La otra carta, también de autor desconocido y de 2007, señala: “La policía que se hizo cargo del caso nunca se tomó muy en serio la investigación como un asesinato, sino que desde el principio insistió en que era un suicidio”. “Es lo que más me molesta porque su asesino sigue suelto”, agrega el remitente.
El autor incluso enumera las “pruebas” que avalarían su teoría: que no había huellas en el arma y que en la carta de despedida que dejó Cobain no mencionaba su deseo de quitarse la vida, “excepto la parte que estaba con otra letra y que parecía haber sido añadida al final”.
En ambos casos, el FBI respondió que la mayoría de las investigaciones de homicidios suelen ser competencia de las autoridades estatales o locales y que no identificaban ninguna ninguna violación a la ley federal que obligara a una intervención.
El documento desclasificado también incluye un fax enviado al FBI por la empresa Cosgrove Meurer Productions, encargada de la serie documental Misterios sin resolver, que emitió un episodio sobre Cobain en enero de 1997. El fax asegura que “Tom Grant, un investigador privado con sede en Los Ángeles y ex ayudante del alguacil del condado de Los Ángeles, está convencido de que la determinación oficial de suicidio fue un juicio apresurado”. “Ha encontrado una serie de inconsistencias, incluidas las preguntas sobre la presunta nota de suicidio”, concluye.
Pese a todo, nada hizo cambiar la opinión de la Justicia y, oficialmente, Kurt Cobain murió víctima de un disparo que él mismo realizó.