La Oficina Anticorrupción (OA) reclamó ante la Cámara Federal que se llame a indagatoria por lavado de activos a la ex presidenta Cristina Fernández en la causa por la llamada “ruta del dinero K”, en la que está preso el empresario Lázaro Báez.
Para el organismo que dirige Laura Alonso hubo una interpretación parcial de las declaraciones del arrepentido Leonardo Fariña, procesado en la causa, que se usaron para favorecer a la ex jefa de Estado y hoy candidata a senadora.
Según el escrito presentado el viernes pasado y al que accedió DyN, la OA, en su rol de querellante, le pidió a la Sala II de la Cámara que revoque la decisión del juez Sebastián Casanello de declararse incompetente en la investigación y remitir el caso a su colega Julián Ercolini por la causa de asociación ilícita, sin llamar a indagatoria a la ex primera mandataria.
En el “memorial” que lleva la firma de Ignacio Irigaray, la OA criticó la decisión de fusionar “el lavado de activos con el delito precedente” y eso “tendría como consecuencia el favorecimiento de la situación de la imputada, que así eludiría el reproche por el lavado de activos como figura autónoma del delito precedente”.
Para el organismo que dirige Alonso, Casanello evaluó “en forma parcial los dichos de Leonardo Fariña al valorar solamente que, según éste, la fuga de ‘capitales negros’ se produjo a espaldas de Cristina Fernández tras la muerte de Néstor Kirchner, pasaje que fue utilizado como un argumento para desvincular a la imputada, en apariencia como prueba de su falta de conocimiento de la existencia de esos fondos”.
“Sin embargo, el juez omitió considerar pasajes esenciales de la declaración de Fariña que informan lo contrario, como cuando éste afirmó que Lázaro Báez era el testaferro de Néstor Kirchner, y que el dinero que el primero tenía era, en realidad, del segundo; o cuando dijo que, tras la muerte de Néstor Kirchner, como Cristina no estaba al tanto de todo lo que tenía Báez, ella, junto a su hijo, fue a reclamar a los empresarios más emblemáticos lo que teóricamente era de él”, se advirtió.
Citando a Fariña, la OA resaltó que “pese al desconocimiento de Cristina Fernández acerca de precisiones financieras y contables y de diferencias que pudieran haber motivado reclamos, ella tenía vocación de dueña de todo ese patrimonio, y que se comportó como tal a partir de allí, como bien surge de las maniobras de exteriorización posteriores a esa fecha, de la continuidad verificada en la generación de fondos a través de la concesión de obra pública y de las exteriorizaciones para retornar una porción de esos fondos al patrimonio de ella y su familia”.
La querella remarcó además que “no es exacta la afirmación del juez de que exista una postura contrapuesta en la posición de esta querella en relación con Lázaro Báez, ya que la caracterización de su persona como un prestanombre en este esquema, por gráfica y explicativa, no puede llevar a la simplificación de considerarlo ni ajeno ni inocente en los hechos”.
“Poco importa aquí si Lázaro Báez administraba, disponía, disimulaba u operaba, para darles apariencia legítima, activos propios o de terceros -Néstor Carlos Kirchner y Cristina Elisabet Fernández de Kirchner- y/o si todos ellos compartían un interés económico común”, dijo. Y añadió que lo que importa es que a través de sus empresas “Lázaro Báez constituyó una pieza fundamental de la compleja maniobra criminal”.
(DyN)