El premiado actor estadounidense Steve Buscemi, reconocido por sus papeles en cintas como “Perros de la calle” y “Fargo”, contó que sufrió de un cuadro de estrés postraumático como consecuencia de los días posteriores a los atentados del 11-S, cuando se unió a sus ex compañeros de los bomberos voluntarios de Nueva York para asistir en los rescates en las derrumbadas Torres Gemelas.
Según E! Entertainment, el también intérprete de la exitosa serie “Boardwalk Empire” recordó su experiencia a veinte años de los ataques en una entrevista radial y con un artículo de su autoría publicado en la revista TIME el jueves pasado.
“Al día siguiente me di cuenta de que todavía tenía guardados mi chaleco y el casco, los agarré y me dirigí directamente a la ‘zona cero’. Caminé durante horas hasta que encontré a mi compañía en el lugar, y les pregunté si podía colaborar”, explicó Buscemi, de 63 años, quien había trabajado como bombero en Manhattan entre 1980 y 1984.
Allí prestó ayuda a los rescatistas durante cinco días, en los que sentía que “aunque cada tanto apareciera alguna bolsa mortuoria, nadie parecía tomar demasiado conciencia todavía”.
“Era impresionante y perturbador. El polvo era más que nada una molestia, el concreto pulverizado y quién sabe qué lo único que hacían era taponar las máscaras, así que trabajábamos mejor sin una puesta. Muchos decían ‘esto probablemente nos va a matar dentro de veinte años'”, escribió en la mencionada revista.
Y si bien aclaró que no sufrió ningún daño físico, sí señaló que padeció estrés postraumático como consecuencia de la escena que presenció en ese período: “Cuando dejé de ir y de alguna manera intenté retomar mi vida cotidiana, fue realmente muy difícil. Estaba deprimido y ansioso”, dijo.
“No podía tomar ni una simple decisión, y es algo que todavía llevo dentro de alguna manera. Hay ocasiones en las que hablo del 11-S y siento como si estuviera ahí, me siento ahogado y me doy cuenta de que aún ocupa una gran parte de mí”, agregó, y concluyó: “Fue devastador, la gente hizo lo que podía. Tuve el privilegio suficiente de acceder al lugar y presenciar lo que la humanidad estaba experimentando en ese sitio”.
(Télam)