Disney y Marvel Studios anunciaron ayer retrasos en los estrenos de seis de sus próximas superproducciones. El estudio dirigido por Kevin Feige, sobre el que se sustenta el prolífico Universo Cinematográfico de Marvel, confirmó (vía EW) que, aunque Eternals seguirá llegando a los cines el 5 de noviembre (también se mantiene la fecha de Spider-Man: No Way Home, de Sony, el próximo 17 de diciembre), los siguientes seis proyectos programados para 2022 y 2023 acaban de ser atrasados.
Así, Doctor Strange in the Multiverse of Madness, secuela de Doctor Strange que tenía previsto llegar el 25 de marzo de 2022, se trasladó al 5 de mayo de 2022. Esa era la fecha en la que Natalie Portman iba a levantar el Mjölnir en Thor: Love and Thunder, aunque finalmente lo hará el 8 de julio, quitando el sitio a Black Panther: Wakanda Forever. Entonces la secuela de Black Panther se estrenará el 11 de noviembre del año que viene.
The Marvels, que juntará a la Capitana Marvel de Brie Larson con la Monica Rambeau de Teyonah Parris y la Ms. Marvel de Iman Vellani, ya no llegará en 2022 sino el 17 de febrero de 2023. Ese día iba a estrenarse Ant-Man and the Wasp: Quantumania, que finalmente aterrizará en salas el 28 de julio de 2023 a causa de este efecto dominó.
Asimismo, Disney directamente eliminó de su calendario cuatro películas sin título que tenían previsto llegar a los cines en 2023: una película de Disney en acción real, dos filmes de Marvel y un proyecto de Fox. Se mantiene una producción de Marvel Studios, aunque pasa de estrenarse el 10 de noviembre de 2023 a hacerlo unos días antes, el 3 de noviembre de 2023.
Por su parte y saliendo del MCU, Indiana Jones 5 también se retrasa. La esperada continuación de la clásica saga Indiana Jones se convirtió en otro de los títulos que Disney decidió retrasar. La Casa del Ratón estrenará esta quinta aventura el 30 de junio de 2023, un año después de lo previsto (iba a llegar a salas el 29 de julio del año que viene).
Según recoge la publicación norteamericana, se desconoce si este retraso en particular se debe a la lesión en el hombro que sufrió Harrison Ford cuando ensayaba una escena de lucha en junio y por la que tuvo que llevar escayola varias semanas.