A pesar de ser la ceremonia de entrega de premios más esperada de Hollywood, los Oscar parecen (siempre) generar mucha controversia. En cada edición termina, siempre, surgiendo una nueva polémica. La de esta próxima gala del 27 de marzo será, según informa The Hollywood Reporter, la decisión de la Academia de eliminar varios premios de la transmisión. En su lugar, las estatuillas se entregarán antes de la emisión, algo que la Academia intentó por primera vez en 2018. Sin embargo, pronto tuvieron que dar marcha atrás debido a la reacción de la industria.
La decisión se produce en pos de los intentos de la Academia por revitalizar la ceremonia. La 93.ª edición del año pasado registró los índices de audiencia más bajos de su historia con poco más de 10 millones de espectadores. Este año también verá el regreso de los anfitriones, con Amy Schumer, Wanda Sykes y Regina Hall listas para compartir el papel. Como sabe el público, los Oscar optaron por renunciar a los maestros de ceremonias en los últimos tres años desde que Kevin Hart renunció al cargo solo unos días antes de la ceremonia del año 2019. Según se informa, las bajas calificaciones causaron luchas internas con ABC, su socio en la retransmisión, ya que la red posee los derechos de transmisión exclusivos hasta 2028.
Las categorías que se quedarían “fuera de la gala” son Mejor documental, mejor montaje, mejor maquillaje y peluquería, mejor diseño de producción, mejor sonido, mejor corto, mejor corto de animación y mejor banda sonora. La entrega de los galardones correspondientes a dichas categorías se grabará y se mostrará después en un resumen con las reacciones de los ganadores.
Fuentes cercanas a la Academia, según Deadline, indican que la decisión se tomó después de sugerencias de ABC, la “industria” y otros, donde se han dado comentarios acerca de que asumir la necesidad de aumentar y mantener la participación de los espectadores era vital. El énfasis se da a que este es un espectáculo en directo, y eso es primordial para crear interés. El hecho de que Dune sea la única nominada a Mejor Película en ganar más de 100 millones de dólares, y que películas tan populares como Spider-Man: No Way Home y Sin tiempo para morir hayan sido ignoradas en gran medida en las principales categorías, es probablemente un factor que también condujo a esta iniciativa