Las escritoras argentinas Mariana Enriquez y Samanta Schweblin compartirán este miércoles en la ciudad de Oslo, la capital de Noruega, el evento “Algo está podrido en Argentina”, una charla para dar cuenta de en qué medida “sus historias absurdas y distópicas pueden leerse como metáforas de la Argentina histórica y actual”.
Con la moderación de Ane Farsethås, editora cultural de Morgenbladet y una de las críticas más destacadas de Noruega, Enriquez y Schweblin debatirán durante dos horas y en inglés sobre su perspectiva de la “nueva generación de escritores latinoamericanos”.
“Algo podrido en Argentina”, así se llama la charla que compartimos con Mariana este miércoles en Oslo. Pero qué confuso el título, ¿Hablaremos de literatura, o de actualidad? “, bromeó Schweblin desde su cuenta en Twitter para invitar a la charla.
“Escritores como Gabriel García Márquez e Isabel Allende llevaron el realismo mágico a los lectores europeos. Una nueva generación también está rompiendo con el realismo, pero de una manera muy diferente: su escritura es más oscura, inspirándose en la literatura gótica y de terror. Dos de las voces más destacadas de esta generación son las escritoras argentinas Mariana Enriquez y Samanta Schweblin. Sus historias absurdas y distópicas pueden leerse como metáforas de la Argentina histórica y actual”, explican los organizadores del debate, bautizado “Algo está podrido en Argentina”, en un juego de palabras con el “Algo está podrido en Dinamarca” que Shakespeare inmortalizó en “Hamlet”.
Sobre Mariana Enríquez
Debido a sus cuentos y novelas aclamadas por la crítica, Enriquez fue apodada la “maestra de lo macabro”. Su colección de cuentos “Las cosas que perdimos en el fuego” se publicó en traducciones al inglés y al noruego en 2017 y “Los peligros de fumar en la cama” fue preseleccionada para el prestigioso International Booker Prize.
“Schweblin ha ganado numerosos premios por su literatura innovadora y absurda”, la presentan los organizadores. Su novela “Distancia de rescate” fue traducida al inglés y al noruego, y también ha sido adaptada al cine por Netflix.
(Télam)