En una jornada marcada por la violencia de la represión de la Guardia Civil de España, ayer se desarrolló el controvertido referéndum de Cataluña por la independencia.
El vocero de la Generalitat, Jordi Turrull, anunció que de los 2,2 millones de catalanes que concurrieron a las urnas durante las once horas de la elección (de 9 a 20), el 90 por ciento se pronunció a favor secesión de la comunidad de Cataluña.
Pasadas las 22, el presidente del gobierno catalán, Carles Puigdemont, ratificó el resultado: “Cataluña se ha ganado el derecho a ser un Estado”.
Por su parte, el presidente de España, Mariano Rajoy, y la Justicia no reconocen el referéndum por considerar que es inconstitucional, ya que no está contemplado dentro de la normativa española que una de sus 17 “comunidades autónomas” defina su secesión de esa forma.
El mandatario ordenó ayer una represión en Barcelona para impedir que los catalanes concurrieran a las urnas, lo que derivó en una jornada signada por una feroz violencia de parte de la Guardia Civil, que dejó imágenes que recorrieron el mundo.
Esta mañana, se llevaron a cabo manifestaciones contra la represión frente a oficinas e instituciones públicas de la comunidad de Cataluña.
Puigdemont pidió hoy “una mediación internacional” en la crisis con el gobierno de España. El presidente del gobierno catalán también exigió la retirada de las fuerzas policiales responsables de la represión.
“El momento aconseja mediación, y la mediación requiere la presencia de un tercero y tiene que ser un actor internacional, para que sea eficaz”, consideró.
“Se debe restablecer la normalidad institucional, alterada por decisiones desproporcionadas del gobierno español, poner fin a la violencia policial y restricción de libertades y crear un clima de distensión, para favorecer una mediación que ha de ser leal y sincera”, agregó Puigdemont, en una conferencia de prensa tras una reunión con el Poder Ejecutivo de la región.
Por su parte, Rajoy se reunirá con el líder del Partido Socialista (PSOE), Pedro Sánchez, y el liberal Albert Rivera, para analizar el escenario político.
Una de las alternativas es aplicar el artículo 155 de la Constitución, que permite la intervención del gobierno de Cataluña.