Por un motivo u otro, la Ghostbusters (Cazafantasmas) de reparto femenino no dejó contento a Sony, recibida por unas críticas tibias y una taquilla discreta. De ahí que la major quisiera poner en marcha poco después una entrega más continuista con respecto a los dos films originales, tan celebrados en los 80 y garantes de un culto generacional tan pronunciado. Ghostbusters: el legado se refugiaba en ese culto, y funcionó bastante bien. Dirigía Jason Reitman, hijo de Ivan Reitman (en efecto, el director de Ghostbusters y secuela) y congregaba a un reparto que reunía a Carrie Coon, Paul Rudd, Mckenna Grace y Finn Wolfhard. La película recaudó 200 millones de dólares en 2021, y desde el estudio acabaron por determinar que conviene darle continuidad.
Así que sí, hay una secuela de Ghostbusters: el legado en camino. Según Deadline, el film ya encontró director, y será alguien que intervino en la película previa. Gil Kenan coescribió El legado con Jason Reitman, y hará lo propio con la secuela al tiempo que sucede a Reitman como director.
“Es un honor absoluto tomar la mochila de protones y ponerme detrás de la cámara para el siguiente capítulo de la saga de la familia Spengler”, declaró Kenan. “Ojalá pudiera volver a 1984 y decirle al niño de la sexta fila del Mann Valley West que un día iba a llegar a dirigir una película de Cazafantasmas”. El título en clave de la película es Fire House, y por ahora solo se sabe del argumento que los protagonistas (supongamos que los mismos del film previo) viajarán a Nueva York.
El fichaje de Kenan como director, por otra parte, es más atractivo de lo que pudiera parecer. Y es que, además de dirigir Ember: La ciudad perdida y la reciente A Boy Called Christmas (estrenada el año pasado), Kenan fue el artífice del remake de 2015 de Poltergeist y de un recordado film que comparte código genético con Cazafantasmas. Hablamos de Monster House, producción de Sony que en 2006 fue nominada a Mejor película de animación. Es un currículum muy apropiado para capitanear la saga Cazafantasmas, que tras el reboot fallido de Paul Feig parece haber encontrado el secreto para seguir adelante. El secreto, claro, era la nostalgia.