Como un colectivo que se va llenando en el trayecto, “Estación Jacarandá” nació originalmente como el trío “Medio Salto”, que acompañaba musicalmente con composiciones originales una obra de teatro homónima, hace casi nueve años atrás.
La química entre los músicos habilitó su continuidad por fuera del proyecto teatral, género que de todas maneras estuvo presente en su recorrido y que incluyó presentaciones en varietés, centros culturales, festivales y la musicalización para jams de dibujo con modelo vivo, donde hubo lugar a la improvisación y la experimentación, incluso en propuestas interdisciplinarias que incorporaron danza y actuación.
Distintos artistas pasaron por su historia dejando improntas, marcas e influencias, entre las que pueden identificarse el folklore nacional no estrictamente tradicional, sintetizadores entre chacareras, un pasado rockero que todos tuvieron y que vuelve, reencontrado en los alrededores de su sala de ensayo, o el Hermeto Pacual que como revelación llegó de la mano de un contrabajista aportando colores latinoamericanos.
Esas son algunas de las referencias que sin embargo conjugan, en un sonido único y muy particular, cuya paleta se abre a las voces de ritmos rioplatenses y la variedad sonora e instrumental, que fueron moldeando el camino de un conjunto que no se cierra a las posibilidades y se presta al juego y a la propuesta.
Con dos discos de estudio (“A la vuelta” y “Encuentro vivo”) el septeto presentará mañana su tercer trabajo, “Multitud” a las 21 Hs. en el Teatro Caras y Caretas (Sarmiento 2037) en el barrio porteño de Almagro.
Desde Diario Vivo nos acercamos los Estudios de Grabación Ideo Music en el barrio de Palermo, donde la banda nos contó sobre las diversas mutaciones y experiencias que atravesaron hasta llegar a “Multitud”, un trabajo que consideran musicalmente “más cerca del primero que del segundo disco” donde lo eléctrico vuelve a la carga, de la mano de la reflexión sobre lo colectivo y el “purismo de la fusión”.
“La consecuencia del proceso de “A la vuelta” fue el de buscar otros músicos” enuncia Gastón Grinszpun, recordando los orígenes de su formación cuarteta con la que graban el primer disco, en el que “todos hacíamos de todo”.
“En la presentación, yo estaba engripado, no me sentía bien, canté a un 70% y además tocaba teclados, bajos, todo lo que era el sostén armónico. Me di cuenta que estaba todo muy centralizado, y fue después de eso que nos dimos cuenta que necesitábamos que viniera gente”, recuerda.
Luego de algunos encuentros casuales y otros desencuentros, es en ese trayecto que surge su segundo disco, “Encuentro vivo”, que encuentra inspiración en las jams dibujo con modelo vivo que realizaba su amigo cercano, Agustín Ricardi, en lo que fue el espacio cultural, el “Cuchitril Surrealista”.
“Fue un año tremendo ese” comenta Nicolás Costanzo, recordando que entre el 2014 y el 2015 “fue el año que arrancamos siendo seis a ensayar y a tocar, y nos propusimos que a fin de año grabaríamos un CD y nos iríamos de gira”. A modo de pacto a futuro, esa proyección hasta incluyó la firma de una acta: “Hicimos un acta donde nos comprometíamos a cumplir esos objetivos. La redactamos con maquina de escribir y firmamos con pluma” recuerda Gonzalo Guerra.
“Esa ceremonia fue necesaria para que cumpliéramos con el objetivo. Son importantes las ceremonias, no es joda. Y lo hicimos, ese es “Encuentro vivo”, lo grabamos acá y cuando lo terminamos de hacer nos fuimos a Uruguay a presentarlo en un gira de 25 días” recuerda Gastón.
¿Qué continuidad o ruptura encuentran entre este disco y los anteriores?
Facu: En este volvieron más los sonidos eléctricos, por ejemplo el violín de Nico que siempre estuvo limpio, en este disco tuvo pedales y delays. También hubo un incremento de toda la sección percusiva, en la que Nico Levy entró formalmente como integrante de la banda.
Levy: Los temas de este disco son del estilo que tenemos nosotros, pero se escuchan elementos o géneros musicales más definidos dentro de cada canción, como el arco percusivo que permite desplegar otras sonoridades, que te lo ubican en un contexto más claro, que aporta más nitidez a las referencias que uno quiere traer a la música.
La vuelta a lo eléctrico “se fue dando porque había ganas. Ensayabamos en una sala de ensayo que también nos empujo un poco a eso.Compartimos un espacio donde lo que se respiraba más era alrededor del rock, y el entorno también te va moldeando” recuerda Levy.
Gastón remarca que “fue madurar una idea sonora que había en el primer disco, y todo el proceso del segundo se prestó como para aportar a esa idea, que le faltaba estructura para hacerse, por eso creo que el tercer disco tiene mucho del primero”.
“Si, se fusiona todo” comenta Facundo, que continúa aclarando que “ninguno de nosotros es un conservador del género. Siempre arrancas escuchando y tocando rock, y despues se te dispara cualquier cosa, y mas si estudias y te gusta la música, queres tocar todo, usarlo todo. Amamos la libertad. No nos vamos a privar de usar instrumentos, sonoridades nuevas”, “somos puristas de la fusión” desliza entre risas Gastón.
Teniendo en cuenta esa trayectoria, ¿cómo surge “Multitud”?
Gastón: No está pensado desde el lado conceptual, pero sí de la que tenemos nosotros de vivir la vida y de encararla. Hace años que venimos demostrando esta idea de tocar juntos, de que se sume cada vez más gente, de trabajar en conjunto. De pronto te encontras con que tenes una determinada cantidad de canciones que te parece que están buenas para grabar, alrededor de toda una dinámica creaneada de manera colectiva y que solamente puede darse así. Es como una casualidad causal, en definitiva. Se da y es super auténtico, como el nombre, que fue al principio un descarte de las primeras ideas que habíamos propuesto, y finalmente es evidente que es multitud.
Levy: Multitud fue multitud después de que estuvo grabado.
¿Quisieran transmitir algo con el disco?
Levy: No es algo que hayamos hablado como banda, pero creo que tiene que ver con una forma de ver el mundo donde en tiempos en los que se da esta cosa irónica de la hiperconectividad, que nos tiene a todos cada vez más aislados, ésta es nuestra manera de decir que no es tan así, que vale la pena como pocas cosas en el mundo juntarse con gente y compartir, y alimentarse mutuamente y empujarnos unos a otros, donde lo imposible individualmente se vuelve posible en lo colectivo, porque cada quien pone lo suyo.
“Esto es una suma de las personas que trabajan acá, pero es muchísimo mas que la suma de las partes. Hay interacción, hay reacciones químicas entre las personas y entre lo que trae cada uno, que da un fruto mucho más grande que la suma de individualidades”, cierra.
Facu: Lo colectivo, el ir juntos, es la visión que tenemos.
Estación Jacarandá son:
Nicolas Costanzo (violín, mandolina y coros), Facundo Rodriguez Sabia (flauta y voz), Joaquín Díaz (batería y coros), Gastón Grinszpun (teclados y voz), Federico Toporosi (guitarra y coros), Gonzalo Guerra (bajo eléctrico y contrabajo), Nicolás Levy (percusión)
@estacionja
estacionjacarandaoficial@gmail.com
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