Tony Bennett, el eminente estilista cuya consagración al cancionero clásico estadounidense le valió durante décadas la admiración de artistas desde Frank Sinatra hasta Lady Gaga.
Su publicista Sylvia Weiner confirmó el deceso a la Associated Press y dijo que murió en su ciudad natal de Nueva York. No hubo una causa específica, pero le habían diagnosticado el mal de alzhéimer en 2016.
El último de los grandes cantantes de salón de mediados del siglo XX, Bennett solía decir que la ambición de su vida era crear “un catálogo de hits más que discos de hits”. Publicó más de 70 álbumes que le granjearon 19 Grammys competitivos, 17 de ellos después de cumplir los 60 años.