El pasado 21 de septiembre llegó a Netflix la cuarta y última temporada de Sex Education. La serie, que alcanzó los primeros puestos entre las ficciones más vistas a nivel mundial, despidió a Otis, Maeve, Eric y compañía con ocho episodios que cerraron los arcos narrativos de todos los personajes. Puede que el final pillase por sorpresa a los fanáticos, y con razón, porque incluso la propia creadora de la serie no tenía la intención de finalizarla.
Laurie Nunn, en una entrevista concedida a The Hollywood Reporter, confiesa que en un principio esta entrega no iba a poner punto y final a la serie: “Entré a la sala de guionistas de la cuarta temporada pensando que no iba a ser la última, pero el proceso de escritura es muy fluido, escribimos y reescribimos todo el tiempo. Empezó a quedar claro que los personajes estaban llegando a una conclusión natural, y me quedé feliz sobre el punto en el que los íbamos a dejar”, afirma la creadora, que todavía está “procesando” que se haya acabado.
¿Por qué ha terminado ‘Sex Education’?
A pesar de mostrarse contenta con el final, Nunn confiesa que le hubiese gustado tener otra temporada: “Creo que la serie podría haber continuado. Los actores han crecido mucho, todos somos más mayores que cuando comenzamos, y cuando haces una serie adolescente siempre hay una especie de punto y final, porque la gente no puede interpretar a adolescentes para siempre, pero aun sí se creo que fue un buen momento para cerrarlo todo”.
[A PARTIR DE AQUÍ HAY SPOILERS DE SEX EDUCATION]
Respecto al cierre de las distintas tramas de la serie, Nunn reconoce que tenía algunas cosas claras desde el principio y que así las ha escrito: “Siempre supe que quería reconciliar a Adam (Connor Swindless) con su padre, siempre fue algo importante. Creo que Adam representa a muchos jóvenes rotos que he conocido en mi vida, y desde el principio quise esa ‘sanación’ y reconciliación para él”.
La historia central de la serie, la relación entre Otis (Asa Butterfield) y Maeve (Emma Mackey) también tuvo su desenlace establecido desde el principio: “Siempre he estado muy segura de que no acabarían juntos. Tienen 17 años, y es bastante difícil encontrar a tu alma gemela con esa edad. Desde el comienzo imaginé que se volverían a juntar dentro de 10 años, cuando hubiesen madurado y crecido”.