El presidente del gobierno catalán Carles Puigdemont no tiene en sus planes pronunciarse sobre la independencia de Cataluña, como le requirió Mariano Rajoy, desde el Palacio de La Moncloa. En cambio, Puigdemont se refirió al intento separatista con referencias a la ley de referéndum aprobada por el Parlament catalán y declarada nula por el Tribunal Constitucional, y volvió a llamar a convocar a una instancia de diálogo.
“Queremos hablar, como lo hacen las democracias consolidadas”, dijo el líder catalán, quien además solicitó que se termine con la “represión” a los catalanes.
El jueves es la fecha límite que puso el gobierno español para que el Govern se pronuncie sobre el intento y declaración de independencia. Sin embargo, desde Cataluña hicieron saber que nada cambiará hasta ese día. “A partir del jueves sabremos en qué escenario se sitúa el Estado, si cierra las puertas al diálogo o si quiere que nos sentemos. La rendición no forma parte de ningún escenario del Govern, el compromiso con el mandato del 1-O es total”, dijo el vocero de la administración catalana, Jordi Turull. Según Turull, Madrid apuesta a la “rendición”.
Con este panorama, el gobierno español queda a un paso de aplicar el uso del artículo 155 de la Constitución, que habilita la intervención en Cataluña. El viernes habrá una reunión del Consejo de Ministros, en donde se podría decidir hacer uso de este recurso constitucional, que podría desencadenar el reemplazo de las autoridades del Govern.
Ayer, el encarcelamiento de Jordi Cuixart, de Omnium Cultural, y Jordi Sánchez, de la Asamblea Nacional Catalana, dos líderes del separatismo catalán, hizo que la tensión suba un escalón más entre Cataluña y Madrid. Mientras tanto, desde la izquierda independentista CUP afirmaron que en los próximos días llegará la demorada declaración de la independencia. “Se encontrarán la república proclamada cuando vengan a por nosotros”, dijo la diputada Mireia Boya.