El juez federal de Rawson, Gustavo Lleral, confirmó que en “unas dos semanas” se tendrán los estudios y pericias complementarias para “tener datos certeros” sobre la causa, hora y lugar de la muerte de Santiago Maldonado.
El magistrado desmintió la versión difundida ayer por el periodista de Clarín Claudio Andrade sobre la existencia del testimonio del denominado “testigo E”, que habría avisado de la ubicación del cuerpo encontrado el martes 17 de octubre en el río Chubut.
“Nunca existió un llamado ni de la comunidad mapuche, ni de la comunidad de Esquel, ni de la comunidad argentina que brindara un dato certero en esta causa. Existieron llamados anónimos y de cada uno se formó un expediente para certificarlo. Fueron casi 400 en toda la causa, pero ninguno de esos, ni nadie, aportó un dato certero que pudiera indicar dónde estaba Santiago Andrés Maldonado”, aseguró el juez.
“El testigo E no existe en el expediente. Nunca declaró ante sede judicial, nunca tuvo contacto conmigo ni con nadie de este juzgado. Desconozco quién es”, agregó. “Pudo haber declarado extrajudicialmente, como tantas personas que hablan tantas cosas de las cuales no sabemos si es verdad o mentira”, evaluó el magistrado, que no descartó que alguno de los testigos de la causa pueda haber incurrido en falso testimonio.
En una entrevista publicada hoy por La Nación.com, Lleral precisó que la decisión de llevar a cabo el cuarto rastrillaje de la causa (el primero ordenado por él) la tomó el 13 de octubre.
“Uno de los pilares fundamentales de esta decisión fue un testimonio que brindó el prefecto principal Leandro Antonio Ruata, un prefecto rescatista y buzo con amplia experiencia, que aconsejo realizar un nuevo rastrillaje con más buzos y bomberos”, reveló el magistrado.
Lleral indicó que el operativo se terminó realizando el martes de la semana pasada porque “fue luego de que, con la comunidad, se establecieran las condiciones para poder ingresar, es decir, con la prefectura, sin ningún tipo de arma u objeto intimidatorio”. “Ese fue el acuerdo. Si la comunidad hubiese permitido que se hiciera antes, yo lo hubiese hecho antes“, admitió.
“Para evitar problemas mayores, decidí que esa era la mejor forma en que la que Estado podía cumplir su trabajo, frente a una situación muy delicada, que sólo conocen los que viven acá”, explicó el juez.
Lleral ratificó que, hasta ahora, “lo único que se sabe” es que “el joven no tenía lesiones”. “No tenemos más datos corroborados que eso. Ahora resta aguardar los resultados definitivos de la autopsia”, agregó.
Lleral explicó que el rastrillaje del martes 17 de octubre, en el que se encontró el cuerpo de Santiago Maldonado luego de 78 días desaparecido, se llevó a cabo en dos botes de goma, con Sergio Maldonado, un integrante de la comunidad Pu Lof, un perro rastreador y su guía a bordo. Tras una hora de búsqueda, se encontró el cuerpo.
“Se bajaron dos balsas y en una de ellas subió Sergio, acompañado por un miembro de la comunidad, mientras en otra iba un perro con su guía. Se hizo el rastrillaje en las dos márgenes y en todo el cauce, teniendo en cuenta la orientación del viento”, precisó.
“Se produjo el hallazgo pasada más de una hora. En este sentido, aun nos falta recolectar el testimonio del buzo que lo hizo. Yo estaba en otro lugar en el momento del hallazgo”, reveló Lleral.
“Convoqué a Sergio Maldonado y a su abogada y les anuncié el hecho. Ahí estaban los veedores de la APDH y la gente de la comunidad. Aguardamos a que viniera la unidad de criminalística que estaba en Esquel de la PFA y debimos esperar, por pedido de los familiares, que llegara el perito de parte. Cuando se hizo presente, se hicieron todas las operaciones pertinentes”, explicó.
“El caso caratulado como desaparición forzada no está cerrado porque hay una investigación penal en curso. Para que se cierre tiene que haber una sentencia definitiva”, indicó Lleral.
En coincidencia con lo explicado varias veces por el ministro de Justicia, Germán Garavano, sobre la carátula que lleva la causa penal de “desaparición forzada, el juez aclaró: “que se le ponga una carátula, no es un rótulo definitivo, es solo una calificación jurídica, que puede ser modificada hasta el final de la sentencia, incluso en una segunda o última instancia en un tribunal superior”, aclaró.