Duerme, negrito

El cantautor uruguayo Daniel Viglietti, referente cultural de la protesta contra la dictadura uruguaya murió ayer a sus 78 años

Fuentes allegadas al cantante informaron a medios locales del fallecimiento de Viglietti. La noticia fue confirmada por escenarios como el Teatro Solís de Montevideo y el intendente de la ciudad, Daniel Martínez. El diario El País publicó que murió mientras era sometido a una cirugía.

Cantante, compositor, guitarrista, fue autor de temas históricos como “A desalambrar”, y uno de los principales exponentes del canto popular uruguayo y de la resistencia cultural contra la dictadura de su país.

 

 

Nacido el 24 de Julio de 1939, desde muy temprana edad tomó contacto con la música gracias a su familia, y particularmente a su padre, el guitarrista Cédar Viglietti. Estudió guitarra con los maestros Atilio Rapat y Abel Carlevaro, adquiriendo así una sólida formación como concertista para luego dedicarse, en los años 1960, principalmente a la música popular.

Durante esa década desarrolló una intensa actividad como compositor, cantor, docente y locutor en radio. Participó en el semanario Marcha, y creó y dirigió el “Núcleo de Educación Musical” (Nemus). Su primera obra discográfica fue “Impresiones para canto y guitarra y canciones folclóricas” de 1963, a la que le seguirán cinco producciones más hasta 1973.

 

Viglietti junto a su entrañable amigo, el escritor Mario Benedetti

 

Su obra adquirió un carácter radical de fuerte contenido social y de izquierda, con letras asociadas a las luchas populares en Uruguay y en Latinoamérica. En el marco de represión de los movimientos de izquierda que precedió al golpe de estado cívico-militar de 1973, Viglietti fue preso en 1972. La campaña por su liberación desde el exterior fue encabezada por nombres como Jean Paul Sartre, François Mitterrand, Julio Cortázar y Oscar Niemeyer.

En 1973 comenzó su exilio en Argentina, que después continuaría en Francia, país donde vivió por 11 años en los que su composición, y sobretodo su registro, quedaron truncos. No fue sino a su retorno que grabó los temas que compuso fuera del país.

No obstante, continuó un intenso trabajo periodístico y radiofónico, y sobre todo recorrió el mundo en giras musicales solidarias, llevando su canto y denunciando la dictadura en el Uruguay y varios países de Latinoamérica.

 

Eduardo Galeano junto al músico

 

Regresó a Montevideo el 1 de septiembre de 1984, donde fue recibido por miles de personas en un recital que recordó como “el más emocionante en 40 años de carrera”. Desde entonces editó y reeditó numerosos trabajos entre los que se destaca, en particular, el titulado “A dos voces” con Mario Benedetti en 1985, reflejo discográfico de numerosos recitales realizados junto al gran poeta uruguayo durante el exilio compartido por ambos.

Además de su intensa tarea musical, se dedicó arduamente a la investigación, preservación y difusión de la música latinoamericana. Durante años construyó un extenso archivo musical al que denominó “Memoria Sonora de América Latina”, que incluye entrevistas a músicos y escritores realizadas en un lapso de 40 años de trabajo.

Entre sus composiciones más conocidas están A desalambrar, Canción para mi América, Milonga de andar lejos y Gurisito. Su obra tiene proyección mundial, siendo interpretada por cantantes de varias nacionalidades, como Víctor Jara, Amparo Ochoa, Isabel Parra, Joan Manuel Serrat, Alí Primera, Mercedes Sosa, Chavela Vargas y Soledad Bravo entre muchos otros.

En las redes sociales, varios artistas expresaron su pesar por la muerte de Viglietti:

“Tristeza infinita por la muerte de Viglietti. Gracias Daniel por todo lo que nos dejas”, escribió el músico y compositor Luciano Supervielle en twitter.

En tanto el español Ismael Serrano anotó también en twitter: “Qué tristeza más grande. Se fue Viglietti. Un hombre bueno. Indispensable. Hasta siempre, maestro. Siempre en mi corazón”.