El Partido Demócrata celebró hoy amplias victorias en varias elecciones celebradas ayer en Estados Unidos, en un fuerte revés para el presidente Donald Trump a un año de su triunfo electoral que enciende todas las alarmas de su Partido Republicano de cara a las legislativas del año próximo.
Convertido en abanderado de la catártica resurrección de su partido un año después de que la inesperada derrota de 2016 lo dejara en estado de shock, el demócrata Ralph Northam venció a su rival republicano Ed Gillespie por casi nueve puntos en la elección de gobernador del estado de Virginia, mostrando el poder de la resistencia anti Trump.
Los demócratas también ganaron la elección de gobernador de New Jersey y en Maine, donde los votantes castigaron al gobernador republicano, un aliado de Trump, al apoyar una medida que expande la cobertura del Medicaid, el programa de salud pública para personas de bajos ingresos, bajo la ley de salud del ex presidente Barack Obama.
Los alcaldes demócratas de Nueva York y Boston, dos grandes críticos de Trump consiguieron ser reelectos con facilidad, mientras que los votantes de Virginia eligieron a la primera representante “trans” de su Legislatura, entre más de una docena de escaños ganados por los demócratas en la cámara baja del legislativo estatal.
Northam, un neurólogo pediátrico y veterano del Ejército, derrotó al conocido operador republicano Gillespie al término de una peleada carrera. “Estoy aquí para hacerles saber que el doctor ha llegado”, dijo un sonriente Northam ante decenas de seguidores que asistieron a su discurso de victoria en un suburbio de Washington D.C. “Mientras sea gobernador, trabajaré duro para asegurarnos que seamos inclusivos”, prosiguió, antes de lanzar un ataque contra Trump y sus polémicas políticas nacionalistas.
“Virginia nos ha pedido terminar con la división, que no condonemos el odio y la intolerancia y que terminemos con la política que ha desgarrado a este país”, agregó, citado por la cadena CNN. Los triunfos demócratas en las elecciones de gobernadores de Virginia y New Jersey desataron felicitaciones de Obama, quien dijo en un tuit: “Esto es lo que sucede cuando la gente vota”.
“El Partido Demócrata está de regreso, mis amigos”, dijo el presidente del Comité Nacional Demócrata, Tom Perez, en entrevista con la cadena Msnbc. Joseph Biden, el ex vicepresidernte de Obama, también apeló a Twitter para calificar de “sonora derrota para el presidente Trump” los resultados de unas elecciones en las que los votantes rechazaron lo que describió como “las políticas horribles” aplicadas por el mandatario en los diez meses que lleva en el poder.
Trump, por el contrario, buscó evitar ser señalado como máximo responsable de los malos resultados obtenidos por su partido en una jornada en la que además estaban en juego una multitud de cargos municipales a lo largo de todo el país. “Ed Gillespie trabajó duro, pero no me representaba a mí o a aquello que yo defiendo”, escribió el mandatario en Twitter mientras se encuentra de gira por Asia, recordando que los republicanos ganaron meses atrás un puñado de elecciones especiales. “Con la economía logrando números récord, continuaremos ganando, incluso más que antes!”, agregó.
Pese a las críticas, Gillespie sí representó mucho de lo que Trump defiende, aun cuando no quiso que el presidente fuera a Virginia a hacer campaña junto a él. En su lugar, la Casa Blanca envió al vicepresidente Mike Pence a ayudar a Gillespie, aunque Trump prometió que el candidato haría “otra vez grande a Estados Unidos” -el lema de su campaña presidencial de 2016- en un mensaje grabado que fue enviado ayer mismo a celulares de miles de votantes.
Gillespie, que fue asesor del ex presidente George W. Bush y del precandidato presidencial republicano Mitt Romney, se reinventó a sí mismo a medida que se aproximaban los comicios, adoptando varias de las posiciones nacionalistas de Trump, así como otras por las que el mandatario ha sido acusado de racista.
Gillespie advirtió sobre los peligros de la mara latina MS-13 y resaltó su lema “Matar, Violar, Controlar” en un aviso televisivo. El aspirante, nacido en New Jersey, prometió proteger los monumentos que exaltan al bando confederado o esclavista que perdió la Guerra de Secesión del siglo XIX. También condenó las protestas contra el himno nacional de jugadores, en su mayoría negros, de la liga de fútbol americano, la NFL.
Más allá de los números, que han dado una serie de victorias memorables a los demócratas, parece evidente que el actual gobierno ha generado un incipiente movimiento de resistencia. Feministas, negros, transexuales, inmigrantes, refugiados y personas contrarias a la venta indiscriminada de armas optaron por dar un paso al frente y presentarse como candidatos. Uno de los triunfos más notables fue el de Danica Roem, la primera mujer transexual que ejercerá de congresista por el estado de Virginia y que derrotó al conservador Bob Marshall, firme opositor a la legislación que permite a las personas transgénero utilizar el baño que prefieran en los colegios públicos.
En otra victoria para el movimiento “trans”, tan denostado por un Trump que anhela cerrarle las puertas tanto de los baños como de las Fuerzas Armadas, Andrea Jenkins se ha convertido en la primera mujer transexual de color en ser elegida para el concejo municipal de una gran ciudad estadounidense, Minneapolis, en el estado de Minnesota.
En la carrera de gobernador en Nueva Jersey, el demócrata Phil Murphy aplastó al vicegobernador republicano Kim Guadagno, mientras que en Nueva York y Boston los demócratas Bill de Blasio y Marty Walsh, respectivamente, fueron electos por amplio margen.
Los comicios dan oxígeno a los demócratas de cara a las elecciones legislativas de noviembre de 2018, en los que el partido aspira a recuperar el control de la Cámara de Representantes, dominada por los republicanos.
(Télam)