“Somos teatristas, actores, dramaturgos, directores y nos parece necesario y oportuno compartir, desde diferentes elencos y espacios teatrales, el abordaje de una temática social, fundamentalmente en lo referido a la actual desocupación y a las dificultades laborales, algo que nos involucra y nos afecta como ciudadanos y también como trabajadores de la cultura. Proponemos un ciclo basado en obras de teatro breve, preferentemente inéditas, pensada en su directa y contundente trasmisión de la temática en cuestión” comentan desde la organizacion.
“Las palabras del Señor”, de Guillermo Farisco, y “Dos palomas”, de Walter Ferreyra Ramos, participan, junto a otros títulos, del ciclo de obras breves “Teatro desocupado”, que en forma alternada se presenta los lunes a las 20.30 en La Máscara, Piedras 736.
El proyecto tiene su interés no sólo porque redunda en un teatro urgente sino porque es el resultado de largas tertulias entre actores y dramaturgos no convocados por elencos y producciones comerciales o alternativos, que sirve para descomprimir necesidades creativas y demostrar que hay talentos latentes en busca de ser reconocidos.
La primera obra, con dirección de Norberto Gonzalo, presenta a un dúo de gran avenencia, en la que un flamante desocupado (Pablo Palacio) se topa con un atildado personaje (Víctor Anakarato) que intenta calmarlo con conceptos místicos, mientras ambos se protegen de una lluvia interminable y esperan un colectivo.
El texto tiene sus virtudes como para no repetir situaciones ya vistas en otros enfrentamientos parecidos, tanto en lo local como en lo universal -Oscar Viale hizo toda su carrera con asuntos así-, ingresa sin tapujos en el tema político y social y distribuye un humor que es la base de la puesta, que Gonzalo mueve con pericia, aunque nada sería igual sin una pareja que en su contraste se complementa tan bien.
El voluminoso Palacio hace un muy buen uso de la voz para su atribulado personaje, un hombre del suburbio que no puede entender que en un día tan aciago como ese -su despido después de 30 años de no faltar un solo día, la gran mojadura por la lluvia, el encuentro con el insoportable interlocutor- y Anakarato confirma la vis cómica que mostró en “¿Vos te creés que es fácil ser Sofía Bozán?”, vista en la misma sala en 2014.
Más directa es “Dos palomas”, dirigida por su autor, en la que Gonzalo Moreno y Fiorella Fidani son una parejita de esas aves, que mientras revolotean y atienden a sus necesidades amatorias terminan enfrentados por su manera de entender la realidad, como debe sucederles a muchos argentinos: ella confiesa nutrirse de lo que escucha en televisión y él retruca con conceptos que buscan la complicidad de la platea.
Esa dicotomía desluce lo que se ve en escena porque es de una obviedad excesiva y sin sutilezas, aunque tanto los jóvenes Moreno como Fidani tienen gracia, muestran capacidades histriónicas muy atendibles y, sobre todo el primero, notorias virtudes de movimiento.
(Con información de Télam)