Los familiares de los 44 tripulantes del submarino ARA San Juan hoy estallaron en bronca y dolor, tras confirmarse que hubo una explosión que afectó al buque militar.
En diálogo con Diario Vivo, Carlos Zavalla, el primer comandante del buque, desde 1982 hasta 1987, rechazó que se haya engañado en la comunicación acerca de la desaparición del submarino argentino. “He seguido esto desde el primer día. Hablé porque se estaban haciendo especulaciones, y finalmente si uno se atiene a los comunicados del vocero de la Armada en Buenos Aires, todos han sido muy claros y han sido exactos. Ahora, ante la noticia de este desenlace con la confirmación de la explosión del submarino, comprendo la reacción de los familiares, porque ante un hecho de tamaña tragedia entiendo que uno puede reaccionar de esa manera. Lo que no es justo es pensar que fueron engañados”, aseguró el submarinista.
Zavalla insistió en que el manejo de la información fue el adecuado. “Al principio eran todos elogios por la contención, por el equipo de psiquiatras, por el capellán y bueno, llega el momento de la mala noticia y cada uno reacciona como puede. Acá no se engañó a nadie, ni se demoró la información a nadie”, afirmó. Y agregó: “Si hubo un error fue dar información que no estaba confirmada y eso es el mundo actual. Hoy en día estamos en comunicación instantánea”.
Zavalla se refirió de esta manera a los siete intentos de llamados que, luego se confirmó, no fueron efectuados por el ARA San Juan, y al anterior ruido que fue detectado y luego también se aclaró que no correspondía al submarino.
Además, defendió a la conducción de la Armada que, en estas horas, fue cuestionada por el tiempo que demoró en transmitirle la información de la desaparición del submarino al Poder Ejecutivo. “¿Cuándo se avisa? Cuando el submarino tiene que decir algo y no lo dice. Ahora hay un problema de que le avisaron tarde, le avisaron temprano… Hay una cosa que es la prudencia y la información tiene que ser dada de forma oportuna a quien corresponde”, señaló el ex comandante de navío, quien pidió no buscar “fantasmas donde no hay”.
Zavalla también reconoció que el último parte oficial, en el que se confirmó que hubo una explosión en el ARA San Juan, significó una dura caída en el ánimo de los integrantes de la Armada. “Estamos golpeados. Y es muy doloroso ver que todo el mundo habla por todos lados, diciendo pavadas, cosas que desconocen. Recibo quejas de los que fueron mis subordinados, pero tenemos un estilo de no salir y no exponernos en público, pero eso es un error. Hablé el primer día para llevar tranquilidad a los familiares y pedir prudencia. Ahora, ante estas circunstancias, al ver ver cómo ahora se tira de todo, eso no es bueno”, concluyó.