El colegio Carlos Pellegrini, uno de los establecimientos secundarios dependientes de la Universidad de Buenos Aires (UBA), continúa hoy tomado por cien alumnos que reclaman el desplazamiento del jefe de preceptores, que ocupa el cargo de regente, a quien acusan por maltrato y persecución política a los adolescentes y docentes.
La secretaria general del centro de estudiantes del Pellegrini, Victoria Camino, dijo a Télam que la toma iniciada ayer “es por tiempo indeterminado hasta que obtengamos una respuesta satisfactoria para que Héctor Gómez Mastrogiovanni no vuelva a estar en contacto con alumnos”.
“Este hombre, que en 2007 era preceptor y el año pasado fue ascendido por la UBA a regente, golpeó a dos estudiantes aquel año, persigue políticamente a docentes y estudiantes mediante insultos y sacándoles fotos y todavía sigue entre nosotros”, relató Camino, rodeada por un centenar de alumnos que acompañan la toma.
Un cartel de colores con el aviso de “Colegio tomado” colgaba en la entrada del Carlos Pellegrini, en la barrio porteño de Recoleta, donde cerca de treinta alumnos circulaban por sus pasillos para sostener la toma, muchos sentados en una mesa frente a la puerta de entrada y otros tantos durmiendo en una de las aulas.
Un letrero grande que atraviesa las escalinatas principales en el interior del colegio anticipa el reclamo que ya lleva once años: “Cuando la juventud se pone en marcha, el cambio es inevitable: Fuera Mastrogiovanni”.
Camino explicó que cuando ocurrieron los incidentes la UBA lo sancionó por “negligente”, lo que implicó una suspensión por algunos días, pero luego continuó en su cargo y lo ascendieron a Regente.
Tras los reclamos de los alumno el año pasado, que incluyeron otra toma, a Mastrogiovanni “le dieron pase para trabajar en otra dependencia de la UBA”.
Sin embargo, en diciembre último el regente volvió a la institución con la salvaguarda de una medida cautelar de la justicia, aduciendo que tenía que cumplir sus actividades gremiales, ya que es delegado de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), aunque hace dos días solicitó la adhesión a “tareas pasivas”, lo que le permite no asistir al establecimiento.
“Se la pasaba adentro de la escuela, y nosotros queremos que no esté en contacto con alumnos”, indicó Camino.
Pese a que los alumnos admiten que llegó una carta donde se anuncia que el Regente renunció a su afiliación, Camino afirmó que “la Universidad dice que no tienen forma de corroborar si eso es real”.
“Vengo un rato, porque son menores y tengo que ver que esté todo tranquilo”, dijo a Télam Francisco Javier Massafra, vicerrector del Pellegrini, quien reconoció que si bien el “reclamo es legítimo”, no adhiere a la medida de fuerza porque considera que es “inútil” y que los alumnos deben encontrar otra forma de protestar, como la realización de asambleas.
“La medida de fuerza estuvo bien para que esta persona se fuera, pero el año pasado estuvimos con mesas de exámenes hasta el 29 de diciembre y los padres se quejaban porque se querían ir de vacaciones”, afirmó la autoridad del establecimiento al que asisten 2.300 alumnos.
(Télam)