Al menos 65 periodistas murieron en el mundo en lo que va de este año a causa de su profesión, lo que representa un 18 por ciento menos que en 2016, destaca un informe de Reporteros Sin Fronteras difundido hoy en París.
México es el país más peligroso del mundo para el ejercicio del periodismo si se excluye a aquellos que están en guerra, apuntó la organización. Además, advirtieron que este año se duplicó la cantidad de periodistas mujeres fallecidas.
Asimismo, destacó que hasta el 1 de diciembre pasado había 326 periodistas encarcelados a causa de su trabajo, un seis por ciento menos que hace un año.
Sin embargo, el informe puso de relieve que hay 54 periodistas actualmente detenidos por grupos armados como el Estado Islámico o los hutíes en Yemen.
En tanto, un informe publicado hoy en Viena por el Instituto Internacional de Prensa (IPI) detalló que 23 periodistas fueron asesinados en lo que va de 2017 en Latinoamérica en casos relacionados con su trabajo. “Más de una cuarta parte de los 81 periodistas que murieron en conexión con su trabajo perdieron sus vidas aquí”, resumió la entidad, que reúne a directivos de medios de comunicación.
El IPI, cuyos datos no coinciden con los de RSF, aseguró que en todos los casos se pudo verificar alguna relación entre los homicidios y los trabajos que estaban realizando los periodistas. La ONG remarcó también que en 2016 la cantidad de periodistas muertos en el ejercicio de su trabajo en países latinoamericanos fue de 28, es decir cinco menos que este año.
“México no es sólo el país donde más periodistas fueron asesinados este año, sino que lidera, con 13 casos, la lista mundial”, subraya el informe del IPI, citado por la agencia española de noticias EFE. El organismo también registró asesinatos de periodistas en Honduras (4), República Dominicana y Colombia (2), Guatemala, Perú y Brasil (1).
Por otro lado, el informe anual sobre agresiones contra los profesionales de la información publicado hoy en la capital francesa, por RSF señala que si se cuentan únicamente los periodistas profesionales, el número de muertos en 2017 llega a 50, el más bajo desde hace 14 años.
Hay una tendencia a la baja que RSF explicó en parte por “la creciente toma de conciencia sobre la necesidad de proteger mejor a los periodistas y la multiplicación de las campañas por las organizaciones internacionales y por los mismos medios”. También porque algunos países “considerados demasiado peligrosos” se han vaciado de periodistas, en referencia a los casos de Siria, Irak, Yemen o Libia.
Como ocurre desde hace seis años, Siria repitió en 2017 como el país más mortífero para los periodistas, con 12 trabajadores de prensa que perdieron la vida.