El gobierno nacional hizo ayer la primera colocación de deuda externa de 2018, por 9.000 millones de dólares, lo que representa casi un tercio de las necesidades de financiamiento previstas para este año.
La colocación se hizo con tres bonos, a cinco, diez y treinta años, con tasas de 4,6, 6 y 7 por ciento, respectivamente, según la información del Ministerio de Finanzas.
– 1.750 millones de dólares a 5 años con un rendimiento de 4,625% (cupón 4,625%)
-4.250 millones de dólares a 10 años con un rendimiento de 6% (cupón 5,875%)
-3.000 millones de dólares a 30 años con un rendimiento de 6,95% (cupón 6,875%)
“Estas tasas son las más bajas de la historia para Argentina, para emisiones en dólares en el mercado internacional, y representan una baja de 100 puntos básicos en relación a las pagadas en la emisión de bonos similares de enero 2017”, destacó la cartera que conduce Luis Caputo. Sin embargo, el interés de la deuda nacional se ubica por encima del de otros países de la región.
La demanda de los títulos públicos totalizó 21.400 millones de dólares, con lo cual superó 2,4 veces el monto emitido. Los que tomaron deuda fueron 450 inversores, 46 por ciento norteamericanos; 35 por ciento europeos; 11 por ciento de Asia y 8 por ciento de otras regiones.
La colocación fue administrada por Citigroup, Deutsche Bank Securities, HSBC, BBVA y Santander.
“Estamos muy satisfechos con esta nueva emisión ya que logramos, una vez más, bajar significativamente nuestro costo de financiamiento con las tasas más bajas de nuestra historia. Esto demuestra que los inversores ven con mayor entusiasmo y confianza la situación económica y política del país.”, afirmó el ministro Caputo en un comunicado.
“Este financiamiento cubre aproximadamente una tercera parte de las necesidades de financiamiento del 2018 y más del 50 por ciento de las inversiones en infraestructura que están contempladas en el presupuesto de este año y que tan necesarias son para el desarrollo de nuestro país.”, destacó.
El gobierno apuró la operación de toma de duda en dólares buscando aprovechar la relativa tranquilidad en los mercados internacionales luego de las fiestas de fin de año y anticipándose a una posible suba de tasas de la Reserva Federal de los Estados Unidos.