En pie de lucha

Los trabajadores del “Ballet Nacional de Danza por la Inclusión”, que fue cerrado por el Ministerio de Cultura de la Nación, llevó a cabo este martes una función callejera de protesta para reclamar la continuidad del programa que dirigía Iñaki Urlezaga

Los trabajadores del “Ballet Nacional de Danza por la Inclusión”, que fue cerrado la semana pasada por el Ministerio de Cultura de la Nación, llevó a cabo este martes una función callejera de protesta, en la puerta de la cartera que conduce Pablo Avelluto, para reclamar la continuidad del programa que dirigía desde su creación el reconocido bailarín Iñaki Urlezaga, y que se presentó durante cuatro años de manera gratuita a lo largo y ancho del país.

Durante más de dos horas, los bailarines y bailarinas realizaron distintos números artísticos intercalando lecturas del reclamo, de la historia del Ballet Nacional, y distintos apoyos y adhesiones recibidas durante los últimos días.

 

Foto: Soledad Soto



“El arte une, nos hermana como sociedad y trasciende cualquier barrera. Los integrantes del Ballet Danza queremos expresar nuestra profunda angustia por la decisión del ministro, de discontinuar la compañía, el primer y único ballet clásico nacional de la historia argentina”, dijeron en escena.

Su ahora exdirector, Iñaki Urlezaga, no pudo estar presente, pero mandó su adhesión al igual que numerosas organizaciones sindicales y trabajadores de otros programas culturales y cuerpos artísticos, que apoyaron la acción con la firme idea de que “la cultura de un país no se negocia”.

El reclamo fue presenciado alrededor de 200 personas, que pudieron ver fragmentos de los espectáculos que los artistas acercaron a una gran cantidad de pueblos de todas las provincias, a “público que jamás había tenido acceso al ballet, no solo a través de las funciones sino por intermedio de clínicas y clases abiertas, para que la comunidad pudiera acercarse gratuitamente a la danza. Además el BND representó al país en el exterior, con funciones a sala llena”, recordaron los trabajadores y trabajadoras.

 



Más 80 personas, entre bailarines de todo el territorio nacional, técnicos, escenógrafos y otros integrantes del staff, componen el proyecto que había nacido en 2013 bajo la órbita del Ministerio de Desarrollo Social, con audiciones en las provincias para armar el cuerpo de baile. Ya en la gestión de Cambiemos se resolvió el traspaso ministerial para 2017, lo que significó una temporada muy complicada y con pocas presentaciones para el año pasado, y finalmente el cierre conocido en estos días.

“El Ballet Danza no es de los bailarines, no es de Iñaki Urlezaga, ni del Ministro, es del pueblo argentino. Llamamos a las autoridades a reconsiderar su decisión, ya que la cultura es una inversión y no un gasto, el BND danza es patrimonio de todos los argentinos”, destacaron los trabajadores.

“Vinimos hasta la puerta del ministerio para que Avelluto vea lo que hacemos y cómo llegamos a la gente. El ministro no vino nunca a una de nuestras funciones, así que creemos que no sabe ni siquiera qué es lo que está cerrando. Queremos que vea lo que podemos hacer y el compromiso con el que podemos hacerlo. Esperamos que revea su decisión”, dijo uno de los 60 despedidos a Página 12, que explicó además la importancia de la compañía: “Es muy difícil ver ballet por fuera de los grandes teatros y también por fuera de Buenos Aires, y nosotros lo hicimos posible. Recorrimos pueblitos de todo el país, de norte a sur, y también otros países, con funciones gratuitas para que cualquiera pudiera acceder. Eso no se puede sacar de un día para el otro”.

 



Vestidos de blanco y negro, con remeras escritas con consignas y reclamos, los intérpretes hicieron fragmentos de algunas de las obras de su repertorio, como La Traviata o El lago de los cisnes. Bailaron solos, de a dos o incluso en grupos, con la misma entrega con la que lo hicieron en su última función en el teatro Coliseo, el 30 de diciembre, un día antes de que les comunicaran sus cesantías. Al principio de la jornada colgaron sus zapatillas de baile de lado a lado del ministerio. Al final, hicieron un emotivo abrazo al edificio y prometieron seguir con su reclamo hasta ser escuchados o recibidos por alguna autoridad.

“La situación es desesperante. Nunca pensamos que esto iba a pasar. Los bailarines clásicos tenemos que empezar a estudiar desde muy temprana edad, antes de los 10, para llegar a trabajar y vivir de esto. No hay muchas personas que deban definir su futuro a los 8 años pero nosotros sí, porque esto es nuestra vida entera. Una cosa así (por los despidos) nos parte al medio, nos desarma por completo. No sabemos qué hacer”, expresó otra de las bailarinas, que trabaja en la compañía desde su inicio, en 2013, cuando todavía el cuerpo de baile pertenecía a la cartera de Desarrollo Social.

Al final del día de ayer, los trabajadores todavía esperaban una respuesta y explicaciones, ya que, según contaron antes de los despidos ya tenían programado todo el año con presentaciones en diversas ciudades.

Compartimos el comunicado del Ballet Nacional, que fue leído en la intervención de ayer frente al Ministerio de Cultura:



NUESTRO COMPROMISO COMO COMPAÑÍA EXCEDE CUALQUIER GESTIÓN POLÍTICA,  ESTAMOS CONVENCIDOS QUE EL ARTE UNE, NOS HERMANA COMO SOCIEDAD, COMO PAÍS, Y TRASCIENDE CUALQUIER BARRERA



    “Los integrantes del Ballet Nacional ‘Danza´ dirigido por Iñaki Urlezaga, queremos expresar nuestra profunda angustia ante la decisión del Ministro de Cultura de la Nación Pablo Avelluto de discontinuar la compañía, dejando así a 60 bailarines, técnicos, staff, maestros, kinesiólogos, vestuaristas, en la calle.
   Un proyecto que nació en el año 2013, dentro del ámbito del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, llegando a constituirse así el  primer y único Ballet Nacional en  la historia de la Argentina.
   A finales del 2016 pasó al ala del Ministerio de Cultura de la Nación, algo muy positivo pero que, por la propia burocracia estatal, nos llevó a un periodo de inactividad por más de 8 meses junto con la falta de nuestros salarios.
   Hoy se está perdiendo un espacio de desarrollo artístico que en 4 años logró cosas inimaginables, se pierde una propuesta cultural de estas características y de calidad.
   Un proyecto con un carácter federal e integrador, constituido por bailarines de todo el territorio argentino, quienes lo hicieron a través de audiciones públicas y abiertas.
   Una compañía que recorrió el territorio nacional,  llegando así a un público que jamás había tenido acceso al ballet, no solo con funciones, sino también con clínicas y clases abiertas para que la comunidad pudiera acceder y vivenciar gratuitamente lo que es la danza.
   Además, orgullosamente, este ballet ha representado al país en el exterior, con funciones a sala llena en diversos escenarios europeos, mostrando al mundo nuestro arte.”