Miles de personas celebraron el Año Nuevo Chino en Belgrano

El evento concluirá esta noche con un show de fuegos artificiales de 15 minutos para cerrar las celebraciones, que comenzaron ayer por la tarde con los rituales de la danza del dragón y clavado de pupilas.

Los festejos del Año Nuevo Chino volvieron a llenar por quinto año consecutivo las calles del barrio porteño de Belgrano, donde más de 60.000 personas se acercaron este fin de semana a participar de un evento que combinó arte, cultura y gastronomía para celebrar el año del Perro de Tierra, el 4716 del Calendario Lunar.

Al igual que el año pasado, la gran convocatoria obligó a mudar los festejos del Barrio Chino, en Arribeños y Juramento, a la Plaza de los Parques Nacionales Argentinos, de avenida Figueroa Alcorta y Echeverría, donde se montó un gran escenario para shows y decenas de puestos de comida y de difusión de la cultura oriental.

Los visitantes pudieron encontrar actividades de todo tipo que fueron desde cursos de iniciación al idioma chino hasta competencias de mascotas, con una explicación de por qué la cultura oriental designa un animal cada año.

También hubo un desfile de vestidos tradicionales, puestos de venta de comidas y bebidas, objetos de decoración y prendas, exhibición de artes marciales, muestras de caligrafía china y conciertos de instrumentos antiguos.

La particularidad de este año pasó por la primera presentación en el país de 30 integrantes del reconocido Grupo Artístico de la provincia de Zhejiang, especialmente llegado con apoyo de la Embajada china en Argentina.

El festejo de Año Nuevo es el más importante para la comunidad china y representa la llegada de la primavera, la finalización de una etapa y el comienzo de una nueva.

Regido por el calendario lunar, cada año es representado por un animal del horóscopo chino, el zodiaco de esta cultura milenaria que, según cuenta la leyenda, nació cuando los hombres le pidieron al Emperador Celestial (su máximo Dios mitológico) que los ayude a ordenarse en el tiempo.

Para tal fin hizo una carrera de animales y designó a los primeros doce para formar el zodíaco chino de modo que, cada doce años, cada animal vuelve a ocupar el mismo puesto al cumplir con la rotación de todos los miembros de esa lista.