Desde hace algunos años, muchas universidades públicas ofrecen alternativas de estudio en el campo cultural y artístico en las distintas instancias de formación, que van más allá de las carreras tradicionales para desarrollar propuestas complementarias e interdisciplinarias en temas vacantes e innovadores.
Lejos quedó la idea de que el terreno universitario es exclusividad del pensamiento científico y que la formación de artistas y especialistas en arte y cultura es propiedad de conservatorios y Bellas Artes, por no decir talleres o facultades privadas.
Ocurre que, desde hace alrededor de una década, las mismas casas de estudios que tradicionalmente ofrecían formaciones de grado en ingenierías, humanísticas y exactas, ponen el acento en el campo teórico y práctico de los lenguajes artísticos con programas de alta formación académica.
“Lo llamativo -sostiene Carlos Almeida, ex decano del instituto Mauricio Kagel de la Unsam- no es la creación de carreras artísticas en la universidad, sino que no las hubiera antes. Las universidades entendieron no alcanza solo con el pensamiento científico, también se necesita del pensamiento artístico para pensar la realidad”.
En una rápida radiografía de universidades públicas y gratuitas ubicadas en la ciudad y la provincia de Buenos Aires, la oferta académica ofrece carreras de Artes Electrónicas o Digitales, de Escritura o de Gestión Cultural; especializaciones complementarias y de vanguardia en rubros difíciles de encasillar, además de formaciones troncales en artes visuales, escénicas, música o fotografía.
Pero la clave no está únicamente en los temas que abordan sino en los enfoques alternativos que proponen: hay universidades que priorizan la inserción territorial y el trabajo comunitario desde la cultura, otras se meten con la práctica misma del arte, es decir, con la formación crítica del artista y otras apuestan por el camino de la gestión y la investigación.
La de Avellaneda desarrolló, por ejemplo, una carrera de gestión cultural con un perfil territorial que abreva en muchas disciplinas; la Unsam decidió formar artistas en escénicas con pensamiento crítico y actualizado, mientras que Untref apostó fuerte por la investigación, con opciones como la especialización en curaduría que enseña a colgar una obra pero también propone un pensamiento crítico historiográfico.
“Lo que se busca son desarrollos alternativos a los de otros ámbitos educativos y en articulación con otras carreras. La Untref desde su fundación tuvo como marca generar carreras que ocuparan los sitios de vacancia, es decir, lugares que no están ocupados por otros espacios educativos y enfocarnos en vías que no se transitan habitualmente”, explica Diana Wechsler, directora del departamento de Arte y Cultura de la Universidad Nacional de Tres de Febrero.
En la Untref, que el año pasado fue calificada por una consultora británica con la máxima puntuación en la rama de Arte y Cultura, las carreras de grado más buscadas son Artes Electrónicas, Gestión de Arte y Cultura y Música contemporánea, en posgrado la de Teoría comparada de las Artes, mientras que las especializaciones en curaduría y literatura ya son punto de referencia para alumnos de toda América.
En la Universidad Nacional de Avellaneda otra carrera “del siglo 21” como la llama el director del Departamento de Humanidades y Artes, Rodolfo Hamawi, es la de Gestión Cultural: “Avellaneda y la zona sur del conurbano tiene una rica tradición cultural, con instituciones, institutos, sindicatos, clubes y escuelas que desarrollan una intensa actividad cultural. Este rico entramado necesita de profesionales que interpreten, propongan, articulen y organicen las diversas áreas de esta campo”.
Entre ésa y Artes Audiovisuales son 2100 alumnos los que se forman en una facultad pública cuyo perfil académico apunta mucho al trabajo con el territorio. “Al sector de la cultura -apunta Hamawi-muchas veces se le demanda recomponer tejidos sociales rotos. Es allí donde la acción cultural es demandada para juntar esos fragmentos en un conjunto social que los integre”.
Si de praxis se trata, la Universidad Nacional de las Artes, que fue creada en 1996 de la unión de siete institutos terciarios y superiores de arte y es “la única universidad Argentina que abarca la totalidad de disciplinas artísticas”, según su rectora Sandra Torlucci, hace dos años abrió una licenciatura en Escritura, la primera de grado que ofrece formación para ser escritores.
“Actualizamos programas, adaptándolos a las necesidades de los tiempos. Buscamos generar espacios donde además se entrecrucen las propuestas de nuestros estudiantes con el público general, con la sociedad y las carreras más tradicionales se retroalimentan con éstas nuevas de modo que sus programas de estudios son siempre adaptados y actualizados”, explica Torlucci, a cargo de una casa de estudios con más de 20.000 alumnos.
Algo que parece predominar en este mapa académico lo grafica Wechsler con la universidad donde se desempeña: “Hay un acento en lo interdisciplinario, el instituto de Investigaciones en Arte y Cultura funciona articulando y tiene como singularidad conjugar una sinergia entre proyectos de ciencias sociales con trabajos destinados a la producción artística”.
También la Universidad Nacional de San Martín en su instituto de Artes Mauricio Kagel tiene bien desarrollada un área cuyo objetivo es formar artistas. El año pasado la primera carrera que fundó el área, artes escénicas, tuvo su primera tanda de 50 graduados y este año la de más inscriptos es la de fotografía creada en 2016 y dirigida por Juan Travnik.
Una propuesta de Unsam que también despierta mucho interés es la tecnicatura de Animación 3D y Efectos Visuales; también con varios inscriptos es el posgrado de Especialización en Gestión Cultural y Políticas Culturales que fue creado en 2008 así como la licenciatura en comunicación audiovisual que comenzó a dictarse en 1999.
Pero el menú no termina con ellas. En la de Universidad Nacional de Quilmes tienen licenciaturas en Artes Digitales, Composición con Medios Electroacústicos o Artes y Tecnologías, mientras que en la de Universidad Nacional de La Plata, una casa de estudios con una larga historia de vida, tiene su licenciatura en artes plásticas, en diseño multimedial y audiovisual, entre otras opciones de grado.
Pero además de estos estudios académicos de niveles educativos más tradicionales (grado, maestría, posgrado) las universidades apuestan por otras modalidades de formación, como la UNA con sus demandados workshops; programas como el Lectura Mundi de Unsam con escritores invitados de todo el mundo o la Untref que tiene dos museos y dos centros de arte.
“Todo es tan vertiginoso, tan veloz, que hay una necesidad de volver a lo artesanal y el desarrollo de las artes en las universidades tiene que ver con detenerse, reflexionar sobre eso, mirar la realidad con un pensamiento artístico crítico”, resume Almeida.
(Con información de Télam)