Desde 2007, se presentó seis veces en el Congreso, pero nunca llegó a discutirse en el recinto. El 6 de marzo próximo se presentará por séptima vez el proyecto de ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), redactado por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.
Esta vez, además de llevar la firma de diputados nacionales de casi todos los bloques, tiene la venia del Poder Ejecutivo para avanzar en el tratamiento.
La iniciativa está publicada en la página web www.abortolegal.com.ar y será anunciada en una conferencia de prensa.
El debate tiene un trasfondo filosófico, científico y religioso, acerca de cuándo comienza la vida; otro legal, sobre el momento en que una persona se convierte en individuo o sujeto de derecho, y otro vinculado a la salud y la equidad, relacionado con la protección que debe garantizar el Estado a las mujeres que mueren por abortos mal practicados.
No hay cifras oficiales, pero las mediciones que toman como parámetro los referentes que impulsan la ley estiman que se producen 500.000 abortos por año, 10 por ciento de los cuales llegan con complicaciones a un hospital público y unos 3.000 terminan en la muerte de mujeres.
La diputada nacional de la UCR Lorena Matzen, una de las impulsoras y firmantes del proyecto de legalización, indicó que el titular del interbloque Cambiemos, Mario Negri, le confirmó que “se va a habilitar el debate”, tras la reunión que mantuvo ayer con Mauricio Macri. “Eso ya es importante para los que estamos pregonando el tema. Que se abra la discusión es un logro muy importante”, afirmó Matzen, en diálogo con Diario Vivo.
-¿Cree que la decisión de Mauricio Macri tiene que ver con el interés de debatir y resolver un tema sensible o con la estrategia política de atender una demanda que lo acerque al progresismo?
-Me parece que es una actitud natural de este gobierno la apertura al diálogo y al debate con todas las partes, y mostrar una veta progresista, donde los temas se discuten.
– ¿Es una propuesta legislativa que responde a una demanda social existente e instaurada, como lo fueron la ley de divorcio o la de matrimonio igualitario? ¿O , por el contrario, la norma va a anteceder al consenso de la sociedad?
– Estamos en un gran momento para que se dé tratamiento a un tema que, hasta aquí, fue tabú. Hay una fuerte demanda y quedó demostrado con el “pañuelazo” por el “aborto legal, seguro y gratuito” . Podemos sacar una ley que incluya a todas la partes. No implica que la gente va a salir alegre y masivamente a hacerse abortos. La ley va a permitir equidad y que bajen los índices de muerte a causa de abortos no seguros, porque las mujeres que decidan hacerlo van a tener otro tipo de contención.
-¿Cree que va a ser aprobado este año?
– Yo creo que de todas las veces que se presentó el proyecto, en esta oportunidad, tiene firmes posibilidades de concretarse. En el Congreso hay acompañamiento de todos los bloques, no es unánime, pero es transversal. Todos están de acuerdo en la presentación del proyecto. Creo que el debate nos va a llevar todo este año.
-¿Va a acompañar el pedido de una sesión especial para que se trate el 8 de marzo en la Cámara Baja?
-No estoy de acuerdo con que se debata en una sesión especial porque, de esa forma, se obtura el debate y lo importante es que se discuta con todas las posiciones. Tampoco creo que los números estén dados. Sería un error que se haga en una sesión especial. El 6 de marzo se va a presentar el proyecto y la idea es que el tema tenga el debate en comisión.
-¿En qué consiste la propuesta?
– El proyecto se parece bastante a la ley de Uruguay. Es equilibrado y pone como premisa que el aborto legal, seguro y gratuito es un tema de salud pública. Plantea una fuerte mirada en la educación y la prevención y que el extremo sea el aborto. La mirada está puesta en que, frente a la falta de educación y prevención, no mueran más mujeres por esta causa.
-¿Por qué legal?
– Porque cualquier tema que mantengamos en la clandestinidad es un negocio para pocos y muerte para muchos. Manteniéndolo en la ilegalidad también se hacen abortos, sólo que pueden acceder y corren menos riesgos las mujeres de la clase media alta.
-¿Por qué seguro?
Para que pase a la órbita de la salud pública y de profesionales capacitados, que actúen en equipos interdisciplinarios.
-¿Por qué gratuito?
-Por el sentido de justicia social, para que todos tengan acceso.
– Uno de los cuestionamientos que se hace a la despenalización del aborto es que atiende el aspecto vinculado a la salud de la mujer, pero no toma en cuenta la posición sobre el inicio de la vida.
– Hay que pensar que la situación actual no impide que quienes toman la decisión de practicar un aborto, lo hagan de todas formas y viceversa. Lo que garantiza el proyecto es que las mujeres que tomen la decisión, puedan interrumpir el embarazo de una forma segura y sin poner en riesgo su vida.