El Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE), que elabora el INDEC, arrojó un crecimiento de 2,8 por ciento en 2017, con respecto a 2016. Desde la consultora Ecolatina, relativizaron el alza ya que la atribuyeron a la “recuperación” de la economía, tras la caída que registró en 2016, y consideraron que este año “no será tan sencillo crecer”.
“El año pasado el PBI trepó 2,8 por ciento anual, recuperando el terreno cedido en 2016”, destacó Ecolatina. No obstante, advirtió que la tasa de crecimiento “fue acotada” ya que se ubicó por debajo de la meta oficial, de 3,5 por ciento, “e incluso por debajo del gatillo del pago de los bonos atados al cupón del PBI (3 por ciento)”.
Según el INDEC, la producción de bienes estuvo dinamizada por el sector de la construcción, que creció 10 por ciento interanual; el agropecuario, que avanzó 4,5 por ciento, y la industria manufacturera, que registró una evolución del 2 por ciento.
Del lado de los servicios, la intermediación financiera tuvo un crecimiento de 5 por ciento interanual; las actividades inmobiliarias y de empresas, registraron un alza de 3,1 por ciento, y el transporte y las comunicaciones, de 2,7 por ciento.
“Pese a que el nivel de actividad logró ubicarse 0,5 por ciento por encima del de 2015, el PBI per cápita aún no supera el de ese año (-1,5 por ciento) y se encuentra más de 4 por ciento por debajo del pico de 2011”, evaluó Ecolatina.
La consultora distinguió el 2017 como un año de “recuperación económica”, mientras que ubica este año como de “crecimiento genuino”, con una expansión real “acotada”.
“Las perspectivas de expansión de la actividad en 2018 son acotadas ya que no será tan sencillo crecer. El año pasado la expansión se dio en un contexto de rebote, tras la caída de más de 2 por ciento del PBI en 2016. En cambio, este año será de crecimiento genuino (no recuperación), lo que requiere inversión (en capital humano y físico) y ganancias de productividad”, advirtió.
Ecolatina evaluó que habrá “dos elementos” que impulsarán la actividad económica de este año, por un lado el “elevado arrastre estadístico que deja el último trimestre de 2017, en torno del 1 por ciento” y, por otro, “una expansión significativa de la economía brasileña, que rozaría el 3 por ciento”.
El impulso de la economía brasileña y del último trimestre de 2017, se verá contrarrestado, según la consultora, por “la política fiscal y monetaria contractiva, sumado a la aceleración de la inflación (por ajustes de tarifas y del tipo de cambio), la incertidumbre en los mercados financieros y la sequía que redujo la producción agropecuaria de la región pampeana”.
“Por todo ello, esperamos para 2018 una expansión del nivel de actividad en torno del 2 por ciento, por debajo de la proyección oficial de 3,5 por ciento”, concluyó el informe de Ecolatina.