El gol más rápido de la carrera de Lionel Messi abrió hoy el camino de la victoria del Barcelona por 3-0 ante el Chelsea inglés en el Camp Nou, que metió a su equipo en cuartos de final de la Liga de Campeones de Europa.
En un escenario teatral, que lo recibió con una pancarta con el lema “God save the King – Dios salve al rey”), y con el DT de la selección argentina Jorge Sampaoli en la tribuna, Messi confirmó que no hay límite que se le resista.
Tardó solo dos minutos y seis segundos en marcar el primer gol del ‘Barsa’ frente a los “blues”, que dedicó a su tercer hijo, Ciro, contando hasta cuatro con los dedos de la mano derecha (incluyó a su esposa Antonela) mientras celebraba ante la hinchada, todavía incrédula.
El crack rosarino no dejó ni que el rival tocara la pelota, y en la primera jugada trianguló en el área con Dembélé y Luis Suárez y remató sin ángulo, desde la derecha, colando la pelota debajo de las piernas de Courtois.
En el minuto 20, Messi asistió a Dembélé, que anotó el segundo gol del partido y el primero suyo como “azulgrana”.
Pero la historia no terminó ahí. En el minuto 19 del segundo tiempo el delantero sentenció la eliminatoria con un tercer gol del partido, el sexto de esta temporada en la Liga de Campeones y número 100 en total en la máxima competición europea.
Una vez más, el argentino fue la pieza clave de un Barcelona que se hizo gigante frente al Chelsea, un equipo que aspiraba a convertirse en verdugo y apenas salvó los papeles con un disparo de tiro libre que disparó Marcos Alonso y pegó en el palo en el último minuto del primer tiempo.
La ventaja del 1-1 en el partido de ida en Stamford Bridge -también con gol de Messi-, daba al conjunto culé una ventaja inicial, pero no definitiva. De ahí que Valverde apostó por un esquema 4-4-2, con Iniesta, recién recuperado de una lesión, como pilar, acompañado por Dembélé, en busca de equilibrio pero también de gol, sumando a un jugador más por la derecha.
El gol sorpresivo en los primeros minutos del duelo fue un duro golpe para el Chelsea, que intentó recuperarse sin demasiado éxito. En el arranque del segundo tiempo, los “blues”, conducidos por el ex azulgrana Cesc Fábregas, salieron a la carga en busca del gol, pero no estuvieron acertados y apenas intentaron forzar un penal, que terminó en sanción para Giroud.
Con el brazalete de capitán que le cedió Iniesta, Messi firmó el tercer gol del partido y dejó prácticamente sin chances a un Chelsea al que Courtois salvó en la recta final del cuarto gol que pudo marcar Paulinho.