Diputados de la oposición porteña y cooperativas de recicladores de la ciudad de Buenos Aires pidieron hoy, durante una tumultuosa reunión pública en la Legislatura, conocer la localización de las futuras plantas de termovalorización de residuos que el Gobierno local busca incorporar como nueva tecnología para el tratamiento de la basura.
El pedido se hizo en un plenario de comisiones legislativas que contó con la presencia del subsecretario de Higiene Urbana, Renzo Morosi, y el presidente del Ceamse, Gustavo Coria, quienes defendieron la iniciativa que el Ejecutivo giró a la Legislatura días atrás frente a un nutrido grupo de recicladores que colmó el salón Perón.
La modificación lleva al 2028 el plazo final del cronograma de metas fijadas hace 13 años y plantea una nueva tecnología sostenida en la incineración de residuos urbanos -que en la actualidad está prohibido- para tratar la problemática.
La iniciativa no fue bien recibida por las cooperativas de recicladores urbanos, que reúnen a unos 5.500 trabajadores que recolectan residuos secos para su recuperación, por lo que se congregaron en la Legislatura para expresar su rechazo y pedir los detalles del proyecto, como la ubicación de futuras plantas y el costo que tendrán.
“El sistema de los cartoneros es fundamental en la red de higiene urbana, y la termovalorización es una técnica más de tratamiento de residuos que la Ciudad investigó. Nos pareció que la ley de Basura Cero iba a quedar corta si no se habilitaba”, explicó Morosi.
Por su parte, Coria indicó que “el desafío es contribuir en materia de generación de basura que sea sostenible, madura, inclusiva y realista” y señaló que “la termovalorización, en Europa, es parte de la solución”.
El proyecto destaca que “gracias a esa tecnología se puede recuperar la energía contenida en los residuos, que bajo un proceso de combustión controlado puede ser transformada en energía eléctrica e inyectada en la red para uso domiciliario”.
No obstante, algunos de los recicladores advirtieron que “la termovalorización es mala y causa enfermedades porque es contaminante”, mientras que cuatro activistas de la ONG ambientalista Greenpeace desplegaron en el balcón de la Legislatura porteña una bandera con la leyenda “Quemar basura mata”.
“El Gobierno de la Ciudad está impulsando la incineración de basura a pesar de los daños para la salud y el ambiente que genera”, dijo Diego Salas, director de esa ONG.
El reclamo fue acompañado por los diputados de la oposición Javier Andrade, de Unidad Ciudadana; Inés Gorbea, de Suma+; Myriam Bregman, del Frente de Izquierda, y Marcelo De Pierro, de Mejor Ciudad, quienes preguntaron a Morosi por la inversión prevista en la propuesta, dato que el funcionario no brindó.
(Con información y foto de Telam)