Francia vive hoy su segundo día consecutivo de huelga ferroviaria, de nuevo con muy pocos trenes en servicio, embotellamientos en el tráfico y la disputa entre los sindicatos convocantes y el Gobierno.
Por su parte, la Sociedad Nacional de Ferrocarriles (SNCF, por sus siglas en francés) indicó que a causa del paro su programa de servicio para hoy es casi idéntico al de ayer. Ante la imposibilidad de recurrir a los ferrocarriles, muchas personas optaron por el coche particular y la consecuencia visible esta mañana fueron los casi 400 kilómetros de embotellamientos en los accesos de París poco después de las 8.00 (03.00, hora en Argentina), indicó el Centro Nacional de Información Vial (CNIR), citado por EFE. Alrededor de 4,5 millones de personas utilizan diariamente los trenes franceses.
El secretario de Estado de la Cohesión Territorial, Julien Denormandie, reiteró hoy, en una entrevista al canal BFMTV, el argumento del gobierno de Macron de que el objetivo es “un buen servicio público que ahora no es de calidad suficiente”, para lo cual se van a invertir 36.000 millones de euros en la renovación. Y sobre todo, insistió en que la empresa no se va a privatizar, sino que se va a transformar en “una sociedad nacional de capital público”, en que no se cerrarán líneas deficitarias y en que el estatuto específico de sus empleados sólo desaparecerá para los nuevos contratos.
Por su parte, los sindicatos, y en particular el primero de la empresa, la Confederación General del Trabajo (CGT), que conduce el secretario general, Philippe Martinez, quieren una revisión total de esa reforma.
En juego se encuentran la posibilidad de acceder a una vivienda para los trabajadores ferroviarios, acceder a una jubilación temprana, y tener el empleo de forma vitalicia.
(Con información de Télam)