El ex presidente brasileño y favorito para las presidenciales Luiz Inácio Lula da Silva quedó hoy al borde de ser detenido para cumplir una pena de 12 años de cárcel, luego de que la jueza de la corte suprema Rosa Weber decidiera rechazar un habeas corpus del ex mandatario e inclinara la balanza casi definitivamente en su contra.
Tras el voto de Weber, la votación quedó 4 a 1 contra Lula y, aunque aún deben hablar seis jueces del Supremo Tribunal Federal (STF), sus posiciones no despiertan muchas dudas entre analistas y periodistas.
La jueza Weber acompañó al juez instructor del caso, Edson Fachin, y a Luis Barroso y Alexandre de Moraes, mientras que Gilmar Mendes, el único que se declaró abiertamente a opositor al ex presidente, dio el voto a favor del habeas corpus de Lula.
Mientras se espera que masas de manifestantes lleguen y copen las calles de ciudades como Brasilia, donde tiene sede el STF, y San Pablo, donde espera la decisión Lula y su círculo íntimo, dentro de la sala de la corte la tensión terminó de cristalizarse con la argumentación de Weber.
Tras una larga y por momentos zigzagueante presentación, la jueza dio el paso que podría ser definitivo para que el juez de primera instancia del caso, Sérgio Moro, ejecute la pena de prisión contra Lula, ratificada por la cámara de apelaciones de Porto Alegre.
Weber dijo en su discurso que votaba para preservar la jurisprudencia de 2016 que permite detener a un condenado en segunda instancia y no por la Contitución, que habla de completar todas las instancias.
Según argumentó, ella no está de acuerdo con esta interpretación, pero tampoco está de acuerdo con cambiarla en un análisis de un habeas corpus. Resposabilizó directamente a la presidenta de la corte, Carmén Lúcia Antunes, de no abrir el debate para discutir una modificación en la jurisprudencia que ese mismo tribunal creó en 2016.
Weber también había sido clave para la condena en 2012 contra José Dirceu, el primer dirigente de peso del Partido de los Trabajadores (PT) de Lula que fue condenado por corrupción. El caso se conoció como el mensalao, un sistema de compra de apoyo de partidos en el Congreso.
Después del voto potencialmente decisivo de Weber, un grupo de simpatizantes lulistas decidieron desmontar los escenarios previstos al frente del edificio del Congreso Nacional en Brasilia, en una señal de pesimismo ante lo que será la decisión final del STF, que podría conocerse entrada la madrugada.
En las inmediaciones de la Avenida Paulista, en la ciudad de San Pablo, en tanto, ni bien se conoció el voto de Weber, se escucharon festejos en la forma de bocinazos y cacerolazos.
(Con información y foto de Telam)