El juez brasileño Sérgio Moro ordenó hoy la captura del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, a quien le dio plazo hasta mañana para presentarse y quedar detenido en la sede de la Policía Federal de Curitiba para cumplir su condena a 12 años y un mes de prisión.
La decisión fue tomada luego de que Moro recibiera un oficio del Tribunal Regional Federal 4 de Porto Alegre pidiendo la detención del ex mandatario al juez de Lava Jato.
Moro escribió en su fallo: “En atención a la dignidad del cargo que ocupó, le concedo (a Lula) la oportunidad para presentarse voluntariamente a la Policía Federal en Curitiba hasta las 17 de mañana”;
El abogado de Lula, Roberto Batocchio, dijo, por su parte, a la radio BandNews FM: “Vamos a ver las medidas que vamos a tomar, pero no admitimos vivir sobre el autoritarismo judicial. No se agotaron los plazos todavía”.
Lula será alojado en la sede de la Policía Federal en Curitiba, capital del estado sureño de Paraná, fronterizo con la provincia de Misiones. “En razón de la dignidad del cargo que ocupó previamente, preparad una sala reservada, especie de Sala de Estado Mayor, en la propia superintendencia de la Policía Federal para el inicio del cumplimiento de la pena, para que esté separado de otros presos, sin riesgo a la integridad física o moral”, escribió Moro.
Bocinazos y fuegos artificiales fueron lanzados en las inmediaciones de la Avenida Paulista de San Pablo luego de que se conociera la decisión del magistrado de la Operación Lava Jato. “Mi impresión es que Lula no se ausentará”, dijo el abogado de Lula al ser preguntado sobre si se entregará o esperará a los agentes de la Policía Federal.
Lula está condenado por el cobro de un soborno de 1,2 millones de dólares de la constructora OAS, que habría sido otorgado a cambio de un contrato con la petrolera Odebrecht. Actualmente, Lula, de 72 años, es el candidato líder en la encuestas para las próximas elecciones presidenciales, que tendrá lugar el 7 de octubre.
El Partido de los Trabajadores (PT) calificó la detención de Lula como una maniobra de los grandes grupos económicos y los medios de comunicación afines a estos para sacar al ex mandatario brasileño de la carrera por una nueva presidencia.
