El Superior Tribunal de Justicia de Brasil negó el nuevo hábeas corpus pedido por Luiz Inácio “Lula” da Silva para evitar la detención ordenada anoche por el juez Sérgio Moro, que le dio tiempo hasta hoy a las 17 para presentarse ante la Justicia.
El principal candidato presidencial fue condenado por lavado de activos y corrupción pasiva. La primera condena se produjo el 12 de julio del año pasado, por haber aceptado una vivienda de tres plantas en una zona costera de São Paulo, valuada en 1,1 millones de euros, que habría recibido de la constructora OAS a cambio de contratos públicos. El 24 de marzo de este año la condena fue confirmada en segunda instancia, por un tribunal que amplió la condena de “Lula” da Silva de 9 a 12 años de prisión.
La vinculación entre el ex mandatario brasileño y el departamento que se le atribuyó es que habría estado allí algunas veces, pero no está a su nombre ni de nadie de su familia y tampoco vivió allí.
“Lula” da Silva no se entregará a la Policía Federal en Curitiba, capital del estado brasileño de Paraná.
El ex mandatario y candidato presidencial del Partido de los Trabajadores (PT) pasó la noche en Sao Bernardo do Campo, en el estado de San Pablo, rodeado de sus aliados políticos y la militancia. Según dijo uno de sus asesores, el dirigente está “tranquilo”.
Las elecciones presidenciales del 7 de octubre próximo muestran a “Lula” con la mayor intención de voto en las encuestas. Sin embargo, su detención pone al PT en la encrucijada de tener que buscar un candidato alternativo.
Una vez desestimado el recurso de hábeas corpus contra la detención de “Lula”, su defensa analiza si apela la condena de segunda instancia ante el Suprema Tribunal de Justicia.
Lula da Silva denunció una “persecución política” que busca apartarlo de la carrera electoral.
En la prisión de Curitiba se dispuso una “sala especial” para alojar al ex mandatario y, por ahora, candidato presidencial, que cuenta con “una cama, una mesa con sillas y un baño” y está aislada del resto de detenidos.
La sala tiene 15 metros cuadrados y está en el cuarto piso del edificio penitenciario.
Para las visitas que no sean de la familia, “Lula” da Silva necesitará de una autorización judicial.