El 82 por ciento de las denuncias por violencia obstétrica indicaron que fueron víctimas de un “trato deshumanizado” por parte del equipo de salud, en tanto que un 44 por ciento señaló la falta de información que recibió durante el desarrollo del parto. Además, un 15 por ciento relató que fueron sometidas a una cesárea “innecesaria”.
Los datos surgen de un relevamiento realizado por la Comisión Nacional Coordinadora de Acciones para la Elaboración de Sanciones de Violencia de Género (Consavig), dependiente del Ministerio de Justicia de la Nación, a partir de 89 denuncias recibidas durante el 2017.
“La idea de empezar a recibir denuncias tenía dos objetivos: uno, principal, es poder registrarlas y tener datos estadísticos certeros, porque una de las demandas que se hace desde los movimientos de mujeres es la falta de estadísticas sobre la violencia contra las mujeres a nivel estatal. Si bien la objeción era por falta de estadísticas sobre homicidios, hay otras violencias que están naturalizadas e invisibilizadas y una es la violencia obstétrica”, dijo Jorge Mosquera, integrante de la Consavig, a Diario Vivo. La segunda razón para realizar el registro, indicó Mosquera, es conocer “las conductas más habituales en las que incurren los profesionales de la salud para luego pensar estrategias más eficaces para prevenirlas”.
Según los datos de la Consavig, el 64 por ciento de las denuncias surgieron a partir de situaciones vividas en instituciones privadas, mientras que el 36 por ciento se registraron en el sistema de salud público.
Consultado acerca de las conclusiones a las que llegaron con el relevamiento, Mosquera destacó: “Pensamos que hay mucha falta de información, que las mujeres no conocen los derechos que les otorga la ley 25.929, conocida como ley de Parto respetado, y no conocen el término de violencia obstétrica. Nos parece que esto se da más en los sectores más vulnerados de la sociedad, y pareciera que las mujeres de los sectores medios tienen más información. De hecho una cantidad importante de las denuncias provienen de lo que seria Capital y Gran Buenos Aires y en general son mujeres de sectores medios que tienen su obra social”.
En este sentido, el relevamiento precisa que el 31,46 por ciento de las denuncias se originaron en el ámbito de la provincia de Buenos Aires, mientras que el 37,08 por ciento ocurrió en la Ciudad.
“En todas las denuncias hay algún tipo de maltrato, que puede ser sutil en algunos casos y en otros son bastante más graves, con descalificaciones e insultos. Además, en una misma situación pueden aparecer dos o tres manifestaciones de conductas violentas, y puede haber exceso de medicalización junto con maltrato o falta de información”, explicó Mosquera.
La medicalización (42 por ciento), la falta de información (44 por ciento), el no respeto a la decisión de las mujeres y la falta de privacidad (19 por ciento) fueron otras situaciones denunciadas.
Las cesáreas innecesarias (15 por ciento), indicó Mosquera, se dan “cuando no hay una razón de salud, ni de la madre ni del feto, que justifique la intervención”. “En muchos casos ocurren por cuestiones que hacen al funcionamiento de la institución, porque les resulta mejor en términos de eficiencia económica o les resulta más práctico hacer una cesárea que esperar el tiempo biológico normal. El exceso de cesáreas se verifica en el subsistema de la seguridad social, en prestadores de obras sociales o en clínicas privadas, mucho más que en los hospitales públicos, donde hay más respeto por el desarrollo y el tiempo de parto”, explicó el funcionario de la Consavig.
Mosquera también indicó que las denuncias son un “reclamo administrativo” que luego, dependiendo el contenido, se la traslada a otros organismos, como el Inadi, la Superintendencia de Servicios de Salud o el Ministerio de Salud, para que tomen una decisión sobre las mismas.
Y si bien la problemática d la violencia obstétrica todavía es de conocimiento masivo, Mosquera destaca que dentro de la comunidad médica y de los profesionales que allí intervienen hay más conciencia sobre el tema. “Hay una mayoría que toma conciencia que las mujeres están conociendo sus derechos. De hecho algunas instituciones después de varias denuncias han tomado medidas de buenas prácticas para que las mujeres tengan un parto sin violencia”, concluyó.