Con una exposición del artista Edgardo Giménez (“Donde todos los sueños se hacen realidad”), muestras de los escultores José Fioravanti (“Entre lo épico y un sueño”), y Rogelio Yrurtia (“El desafío monumental”) se inauguró la temporada 2018 del Museo de Arte de Tigre (MAT).
“Por mi formación y mi experiencia en el arte (trabajé 25 años en el Bellas Artes), difundir y proyectar el arte argentino es un compromiso personal que tiene todo el sentido del mundo y dentro de ese objetivo me encanta encontrar perlas como la colección de obras de Fioravanti, que es digna de ser exhibida”, aseveró María José Herrera, directora general y artística del MAT.
Con una inauguración formal que se realizó este sábado, el MAT será sede, hasta las vacaciones de invierno de julio, de una muestra que recupera la obra patrimonial de Fioravanti (1896-1977) y dos exposiciones de referentes para el arte argentino como Edgardo Giménez (Santo Tomé, 1942) y Rogelio Yrurtia (1879-1950).
A horas de la inauguración, Herrera indicó que “el municipio está especialmente interesado en difundir el arte argentino, en que todos los tigrenses los puedan conocer sin tener que moverse de Tigre”.
La directora del MAT consideró que “tanto Yrurtia como Fioravanti son de los artistas más prolíferos en un momento del país y de Buenos Aires. Y en particular elegimos el monumento al trabajo porque está bastante descuidado en la vía pública”.
“Los monumentos en la ciudad son muy lindos, se lucen pero no es lo mismo en un museo porque podés sacar todos los ruidos y dejarlos en una especie de altar de contemplación y dimensionar que son parte de la historia de la nación”, resaltó sobre las piezas que se exponen de Fioravanti y de Yrurtia.
Herrera contó que la exposición de Yrurtia, que tiene como eje el monumento “Canto al trabajo”, llegó al MAT porque Andrea Elías, directora del museo que conserva y expone los legados artísticos del escultor, está cerrado por refacciones entonces decidieron exponer los bocetos de bronce, fotografías y textos sobre esa pieza en esta nueva temporada del MAT.
En ese marco, Herrera expresó que Elías, también curadora de la muestra del monumento de 14 figuras de bronce que se encuentra hoy emplazado en Paseo Colón e Independencia, “pensó no solo en exponer bocetos de bronce de lo que finalmente está en el monumento sino también materiales como la fotografía de Aldo Sessa de la década del 60 que muestra el monumento en mejores condiciones”.
“A la vez, eso se complementa con el análisis de un sociólogo (Lucas Rubinich) y una historiadora del arte (Laura Malosetti Costa) sobre el momento en el que se gesta el monumento, sobre qué significa el trabajo en momentos de crisis como fueron los años 30. Crisis y expansión, esa dialéctica que en general nos domina”, agregó Herrera.
Elías explica en el catálogo que Yrurtia trabajó en este monumento desde 1907, cuando recibió el encargo de la municipalidad de Buenos Aires, y se inauguró recién en 1922, y desde ese año hasta 1927 estuvo en el Bellas Artes. En 1927 se lo instala en Plaza Dorrego, en el barrio de San Telmo, donde permanece durante una década.
“Estos bronces los fundió después de la muerte de Yrurtia, Lía Correa Morales, que era su esposa y fue la primera directora del museo, que es consecuencia de la donación a la Nación de la que era la casa que compartían”, indicó Herrera.
La muestra “Entre lo épico y un sueño”, que recupera la figura de José Fioravanti, uno de los mayores escultores argentinos, cuya obra estuvo perdida y abandonada durante casi 40 años, desde su muerte en 1977, es otra de las que se puede visitar desde este fin de semana en el MAT.
Tulio Andreussi Guzmán, director de la Casa Museo Magda Frank, es uno de los organizadores de la muestra y quien logró rescatar ese patrimonio escultórico de gran valor para el acervo cultural del país.
En declaraciones a Télam, destacó que “después del fallecimiento de Fioravanti la obra no supo encontrar su lugar indicado” y especificó que en 2015 se pudo “relacionar con los herederos de la obra” y lograron “rescatar la obra del taller y trasladarlo a la Casa Museo Magda Frank donde está la otra parte de la colección”.
“La mayoría de las piezas son alegorías de los monumentos que él dejó emplazados, que hoy son patrimonio histórico y elegimos piezas como la de Manuel Belgrano porque este año están los festejos por los 80 años del monumento a la bandera; y ‘Patria del amor y la fraternidad’ que representa los valores morales y espirituales que no está en posición de combate sino que plantea una postura de pacificación”, detalló Andreussi Guzmán sobre algunas de las obras que se pueden visitar desde hoy.
La curadora Verónica Tejeiro señaló que “la figura de José Fioravanti se destaca como uno de los escultores locales con mayor cantidad de monumentos emplazados en lugares públicos” y explicó que “como retratista dejó testimonio de la fisonomía de los próceres protagonistas de sus monumentos conmemorativos: Manuel Belgrano, Nicolás Avellaneda, Roque Sáenz Peña, Simón Bolívar. Desarrolla con expresiva destreza en sus relieves narrativos las alegorías, los ideales que estos próceres encarnan: fraternidad, elocuencia, historia, nación”.
Sobre la exposición de Fioravanti, Herrera indicó que eligieron “hacer este tipo de disposición museográfica con palet como base porque el yeso es la primera aproximación a la obra y es la primera instancia más rústica y nos permite tenerlos mejor resguardadas”.
Sobre el escultor argentino, la directora del Museo agregó que “Fioravanti fue el primer artista que expuso en el Museo Jeu de Paume de París que era curado por Rose Valland, historiadora del arte considerada heroína nacional por haber salvado el patrimonio artístico francés del expolio alemán durante la ocupación”.
Otra de las novedades del Museo, ubicado en Paseo Victorica 972, es “Donde todos los sueños se hacen realidad” del multifacético Edgardo Giménez, que con curaduría de Herrera, presenta 23 de sus obras que incluyen instalaciones, esculturas y pinturas desde los ’60 a la actualidad.
“Parte de la sorpresa de hacer una muestra con obras del presente y del pasado es que tengo oportunidad de verlas y no están embaladas en un deposito de mi casa. Puedo cotejar que hay obras que aunque estén hechas en tiempos distintos guardan una coherencia”, afirmó entusiasmado Giménez.
A horas de la inauguración, Giménez, uno de los artistas visuales más importantes del país y figura insoslayable del Pop argentino, contó que “Walt Disney fue el detonante” para que se dedicara al arte a los 5 años y enfatizó: “Es un personaje que llegaba con plenitud a todo el público que quería llegar. Fui a ver ‘Blancanieves y los enanos’ y salí levitando del cine. Esa inyección de ganas de querer hacer vienen formuladas de Disney”.
“Fue un gran artista. Fue el primer pop sin saber que era pop. Y ha tenido un alcance a nivel mundial extraordinario. Rescatando siempre el humor y la alegría”, expresó Giménez sobre quien, desde su título, inspiró la muestra y a quien el autor confiesa deberle su mundo creativo.
Hay obras de los 60, los 70 y los 90 y según detalló el artista “la muestra surgió como una propuesta de María José (Herrera) que es la curadora que eligió obras de distintos momentos con pinturas murales, las esculturas de metal, muchas obras con luces, hay serigrafías”.
“Siempre he tenido la gratificación de la aceptación”, resaltó Giménez, quien tuvo su primera retrospectiva en 1987 en el MAM, y cuyo proyecto de la casa para Romero Brest integró al muestra del MoMA (Nueva York) “Transformations in Modern Architecture”.
La cuarta de las novedades pertenece al artista visual Ernesto Arellano (Buenos Aires, 1971), está ubicada en el jardín del MAT y es una reinterpretación de una de las obras más emblemáticas del arte universal: El jardín de las delicias con “La fuente de las delicias”, una obra de arte contemporáneo inspirada en uno de los objetos centrales de la obra del artista flamenco El Bosco.
(Télam)